Periodismo imprescindible Sábado 20 de Abril 2024

La tentación invasora

06 de Febrero 2017
Salvador Casanova
Salvador Casanova

Por  Salvador Casanova

El 27 de enero el expresidente Felipe Calderón intervino en una mesa redonda.

El tema: la agresión de Trump hacia México. Calderón habló sobre la importancia de nuestro país para la seguridad del vecino del norte y los logros conjuntos al respecto. Además, dejó entrever la posibilidad de que Trump ordenara una invasión a nuestro país.

Esto fue un día después de que el presidente Peña Nieto canceló su visita a la Casa Blanca. Al hacerlo, Peña Nieto se  convirtió en el primer presidente de México que le ha atizado en público un “No” categórico al presidente de los Estados Unidos.

Los medios norteamericanos se regodean por la situación y atacan al presidente de su país, al exhibir la falta de conocimiento protocolario de Trump; además, resaltan que, en su primera negociación, el nuevo mandatario norteamericano se haya quedado sin interlocutor en la mesa. Esta vez Donald Trump guardó silencio. Dos días después habló por teléfono con Peña Nieto.

El magnate dice en sus libros: “Al débil se le aplasta y con el fuerte se negocia”, y que “Ante las afrentas en los negocios es indispensable tomar venganza”, y es aquí donde hay que tomar en cuenta el juicio de Calderón.

Las razones que los gringos han esgrimido para invadir a México y a otros países han sido, por decir lo menos, insustanciales. La invasión de Veracruz en 1914 se da porque Huerta se percata de que su aliado, el Gobierno norteamericano, le vendía armas a sus enemigos, los revolucionarios, y decide comprar armas a Alemania. Pero estas debían llegar por el puerto de Veracruz, entonces los norteamericanos, para “evitar que nos hiciéramos daño con las armas germanas”, invaden el puerto. La realidad era que querían tener controlada la guerra no para que ganara la democracia, sino para destruir nuestra infraestructura.

Pero no solo con México han hecho invasiones arbitrarias. La invasión de Grenada tuvo como pretexto buscar a un grupo de estudiantes de medicina que hacían sus prácticas en regiones incomunicadas. En cualquier país del mundo cuando un universitario extranjero se pierde la mamá llama a Locatel o a su consulado para que intervenga y acelere la búsqueda, pero nadie en su sano juicio ordena invadir un país para buscar escuincles. Pues los gringos lo hicieron.

La verdadera razón fue que los rusos planeaban construir un aeropuerto en Grenada y los gringos invadieron para impedirlo.

Después de la cancelación de los mexicanos, a Trump se le ocurrieron dos cosas: impedir la entrada a todos los individuos con visa o sin visa de siete países musulmanes. Como resultado su sistema aeroportuario entró en caos. Tal ocurrencia hizo que, el lunes, la bolsa cayera, y no es remoto que el capital extranjero comience a retirarse ante la falta de oficio de Donald Trump.

La segunda ocurrencia ya fue de risa loca. Su jefe de gabinete Reince Preibus en un delirio digno de peyote dijo que el muro van a pagarlo los cárteles de la droga mexicanos… ¿ ?

En este espacio expusimos que el discurso de Trump tarde o temprano habrá de revertirse, y está sucediendo. Cuando sus propuestas imposibles lo acorralen, su ira visceral buscará venganza, y no sería remoto que a la menor provocación ordene una invasión; lo cual le otorgaría los poderes que el presidente de los EU tiene en esos casos. ¿Quién mejor para invadir que el rival más débil?

México debe ser firme, digno y cuidadoso con el vengador perverso, no es cualquier paquete el que le tocará lidiar a Peña Nieto. Uno de los riesgos que enfrenta es soltar a un chivo en la cristalería nuclear.

*Escritor, autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias.
@casanovatiempo

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