Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Las canastas y los huevos

Paradójicamente, la retórica de Trump puede ser una de las mejores cosas que nos han pasado
13 de Febrero 2017
Salvador Casanova
Salvador Casanova

POR Salvador Casanova

Mi padre era un hombre de negocios y me dijo, hasta el cansancio: “M’hijito nunca pongas todos tus huevos en una sola canasta”. Cuando lo hice los resultados fueron catastróficos; pero esta premisa ha sido una constante en la administración pública del país. Sucedió con López Portillo, cuando la apuesta se centró en el petróleo y al caer este vino una crisis de grandes proporciones; sucedió con la reforma fiscal, en donde la recaudación se enfocó en un pequeño grupo de causantes, y sucede ahora, cuando hemos apostado todo al comercio exterior y nuestras exportaciones se concentran en un país que absorbe el 80 % de ellas: Estados Unidos. Dicho en forma simple, en cuestiones de comercio exterior, pusimos el 80 % de los huevos en una sola canasta. Ahora, el cambio de timón en Norteamérica nos tiene al borde de la crisis.

Una situación diferente es la de Alemania, un país cuyos ingresos también se centran en el comercio exterior, mismo que representa el 86 % de su PIB. Alemania exporta a cinco destinos principales: a Francia el 9 % del total de sus exportaciones, a Estados Unidos el 8.5 %, al Reino Unido el 7 %, a China el 6.6 % y a los Países Bajos el 6.4 por ciento.

Por ello, Angela Merkel ha marcado un límite categórico a las intervenciones de Trump en las políticas alemanas. BMW, ante las amenazas arancelarias de Trump, contestó que seguiría con sus planes en México y que si le ponían impuestos exagerados simplemente buscaría otros mercados para su producto. Alemania tiene independencia comercial.
No es nuestro caso. Sin embargo, las cosas no están en realidad tan negras, pues nuestra interdependencia con Norteamérica tuvo un importe en 2015 de 531 000 millones de dólares (cifras del departamento de comercio de los EUA). Este intercambio de bienes entre los dos países no puede sustituirse de la noche a la mañana. Tenemos un respiro y es vital aprovecharlo.

Paradójicamente, la retórica de Trump puede ser una de las mejores cosas que nos han pasado, pues hoy el presidente norteamericano dice que no necesita a México para nada y con esto abre el camino para desembarazarnos del yugo norteamericano.

Algunos argumentos de su campaña fueron que México pagaría por el muro fronterizo y que los mexicanos se aprovechan de la bondad de los norteamericanos.

La deuda externa del país hasta el tercer trimestre de 2016 era de 180 000 millones de dólares y de estos, 51 000 millones vienen de los EUA. Podríamos negociar con China y el bloque asiático préstamos para pagar a Norteamérica 25 000 millones de dólares y decir que México, consciente de su deuda, paga a los Estados Unidos la mitad de esta.

Bien manejado, le da una salida a Trump y nos libera de un acreedor ominoso. “Ya encarrerado el ratón…” podemos declinar, dejando de abusar de los gringos, la ayuda del plan Mérida que este año importa 133 millones de dólares y, dejando de abusar, pedir que sean retirados los agentes norteamericanos destacados en México. Lograríamos así otra rebanada de independencia para el país. Con eso Enrique Peña Nieto remontaría sus errores y lograría el acierto más importante de su presidencia.

Nada une a individuos de intereses apartados tanto como un enemigo común. Esto se hizo evidente en el aniversario de la Constitución. Los gobernadores de la Conago y las fuerzas políticas se alinearon con el presidente. Hoy, juntos, debemos consumir lo nuestro al tiempo que creamos alternativas para el comercio exterior. Si lo logramos recuperaremos la independencia comercial y con ella nuestra soberanía.

Es la mejor opción que se nos ha presentado en mucho tiempo: apostar unidos por la independencia de México.

*Escritor, autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias.
@casanovatiempo

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