Periodismo imprescindible Jueves 25 de Abril 2024

Oportunidad de vida

04 de Febrero 2018
Vane
Vane

POR VANESA RODRÍGUEZ*

Todas las mañanas despiertas con la mejor actitud para conquistar el mundo, pero ¿qué pasaría si la maquinaria perfecta que es tu cuerpo, que necesita un balance entre la mente y el espíritu, se vulnerara por una enfermedad?

Un día llegó a mi consultorio un padre de familia de 43 años. Su lenguaje corporal demostraba fracaso. Cuando empezó a platicar, su voz temblaba, quería evitar llorar. La razón: había sido diagnosticado con cáncer de mama. Reflejaba incredulidad porque al ser hombre nunca le pasó por la mente ser parte de la estadística de este tipo poco común de cáncer en el género masculino. A pesar de que el doctor le dijo que el haberlo detectado a tiempo implicaba que no todo estaba perdido, su sentir era de agotamiento… porque no se sentía capaz emocionalmente de llevar ese peso. Su futuro planeado se venía abajo.

Le recomendé que externara sus sentimientos. Si tienes que llorar, gritar, reír… hazlo, no lo reprimas porque debilitas el espíritu y hay que apapacharlo; sentirás alivio. Por otro lado, hay que cambiar el chip, esto implica empezar a domesticar la mente que nos traiciona con la fatalidad. Te explico: tenemos la tendencia de concebir el dolor como un castigo y por ende preguntarnos “¿Por qué a mí?”. Es aquí donde hay que reflexionar qué pasaría si concibieras el dolor como una oportunidad de vida. Ese sólo pensamiento hará que tu mente no se vuelva fracasada, se ensimisme y se autoconmisere. Lo primero que nos da es miedo porque no sabemos a qué nos vamos a enfrentar y si vamos a salir; aquí hay que conectar con tu potencial interior; reconoce tu esencia. Somos mente, cuerpo y espíritu, y sólo una parte se vulneró, las demás están ahí para apoyarte.

Este es el primer gran paso: reconocer el dolor como oportunidad de vida. El segundo consiste en ubicarte en tercera persona; esto es, quitar toda la carga emocional de tus palabras (cero reproches o culpas) y pensar cómo debes actuar ante esta oportunidad, ¿qué le dirías a la persona que más amas ante una enfermedad? El tercer paso es tu exterior. Habrá cambios por los tratamientos, y piensa propositivamente qué puedes incluir como un cambio en tu look que te haga sentir bien. El cuarto paso es cómo vas a compartir la noticia; utiliza la siguiente estrategia: a quién, primero; luego analiza el qué, cuándo, dónde y hasta dónde quieres comunicar. Si tú no lo ves como problema los demás tampoco. Esa debe ser la actitud ante familiares, amigos, en el trabajo, porque ellos no te abandonan, te apoyan; y si alguien se aleja no te preocupes, siempre encontrarás gente maravillosa a tu alrededor.

No es fácil domesticar la mente ante estos procesos, requiere tiempo y mucha paciencia contigo mismo. Que no te pase, sé más consciente de los cambios que experimenta tu cuerpo; siempre hay algo que te hace ruido, no hay partes del cuerpo exclusivas de género, hay que cuidarlo en su totalidad.

Tú decides como vivir: desde la fatalidad o desde la oportunidad, y así podrás despertar cada mañana tratando de ser la mejor versión de ti mismo.

*Maestra en resolución de conflictos.

@e_bei

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