POR VANESA RODRÍGUEZ*
Uno queda sorprendido –hasta parece ciencia ficción– cuando lee, por ejemplo, que en Japón se abre el primer hotel atendido por robots, o casos donde destaca el uso de inteligencia artificial en determinadas labores. Sin embargo, no debemos olvidar que los algoritmos son realizados por un ser humano, es decir, siempre seremos insustituibles.
No obstante, hoy en día, hay un sector laboral que parece estar en peligro de extinción: los oficios, ya que con este tipo de robots se intenta reemplazar a quienes realizan tareas sencillas, esas cosas que aparentemente “cualquiera puede hacer” porque sólo se requiere esfuerzo físico. Eso nos advierte que la tendencia es la desaparición de servicios domésticos, de chofer, conserjes, recepción, albañilería, entre otros.
Pero en este punto cabe preguntarnos: ¿estamos siendo egoístas con estas personas? Esto es, ellos tuvieron la necesidad de insertarse en el mercado laboral por falta de oportunidades de estudio o económicas; no pudieron desarrollar sus capacidades cognitivas en un ámbito académico. Qué pasaría si les damos dichas oportunidades, ¿prescindiríamos de ellos? –hoy no sólo se habla de los oficios, también se mencionan algunas profesiones que pueden desaparecer–. En ese afán de eficientar todo, ¿nos estaremos excediendo?
¿Cuál es nuestro papel frente a esta nueva realidad? Es la gran oportunidad para darnos cuenta de que debemos pensar en cosas grandes cuando realicemos tareas rutinarias, y por eso te pregunto, ¿cómo vas a innovar en tu trabajo?, porque las características que nos hacen únicos son el ingenio, la imaginación o la solidaridad.
Sí, somos egoístas, sin embargo tenemos la capacidad de elegir a fin de decidir qué camino tomar. Echemos un breve vistazo a la historia: con la sociedad industrial, el paradigma fue la mecanización; con la sociedad de la información, la automatización; hoy con la sociedad del conocimiento, la inteligencia colectiva que nos permitirá mejorar en las empresas, gobierno y como ciudadanos, lo cual no lograrán los robots por mucho parecido que tengan con el ser humano, pues las grandes ideas tienen un grano de inspiración, un grano de mejora, un grano de esfuerzo que sólo nosotros somos capaces de aportar.
No debes considerar únicamente tu eficiencia, también es importante tu calidez humana. Debemos prepararnos para ser emprendedores, seguir capacitándonos porque la historia nos enseña que desde hace siglos hemos utilizado la tecnología y aquí seguimos, por tanto, lo que debemos evitar es la deshumanización.
Podrán desaparecer algunos oficios o algunas profesiones, pero en esa capacidad de adaptación aparecerán otras, la cuestión es cambiar el enfoque y reorientar nuestra capacidad de servicio para mejorar nuestra calidad de vida y la de los demás.
Debemos reinventar lo que estamos haciendo, y podemos lograrlo principalmente cultivando habilidades como el liderazgo, que te permitirá ser el futuro jefe de los robots; la capacidad de reaprender con la finalidad de trazarnos nuevos futuros laborales; la inteligencia emocional y la proactividad para buscar avances y trazar nuevos caminos. El punto es nunca dejar de innovar como seres humanos, sólo así seguiremos siendo irremplazables.
*Maestra en resolución de conflictos.
@e_bei
