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Recursos inhumanos

09 de Diciembre 2018
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POR VALERIA GALVÁN*

Es bien conocido que un Departamento de Recursos Humanos tiene que ver con la gestión de personal dentro de una organización. Desde mi humilde punto de vista, esta definición es demasiado fría para los objetivos reales del concepto en cuestión.

Hoy en día, Recursos Humanos se autodefine como el equipo que está al pendiente de las necesidades del personal de una empresa. Esta definición me gusta más.

La palabra humano a nivel emocional o psicológico muchas veces se asocia a conceptos como sensibilidad o empatía. Cuando decimos “Fulanito es muy humano”, queremos decir que es una persona siempre dispuesta a ayudar a los demás.

Entonces ¿la líder de un equipo de recursos humanos que tan humana debe ser?

Esta pregunta me la hice después de analizar la historia de mi amiga Violeta, de quien ya he platicado antes en este espacio.

Vi, además de pasar por una fuerte tragedia griega en el terreno amoroso, se quedó sin chamba, y regresar al campo de batalla del procesos de selección le estaba costando más trabajo que cuando recién se graduó. La última vez que buscó trabajo, ella no fue tras este, el trabajo llegó a ella y de ahí se fue moviendo gracias a varias recomendaciones.

Esta vez era diferente: enfrentó la nueva búsqueda de oportunidades mediante una plataforma completamente desconocida para ella: LinkedIn.

“No supe por dónde empezar, según yo apliqué a un montón de vacantes y no recibí ninguna llamada –me contó riéndose, como es su costumbre–. Decidí buscar a una mujer a la que solía admirar, porque me parecía muy humana, a fin de pedirle un consejo sobre la manera en la que me estaba dejando ver ante las oportunidades laborales. Pensé que ella podía darme tranquilidad, ya que es la líder de Recursos Humanos donde yo trabajaba. Le llamé, le escribí por Messenger, por Whats y por correo, y de todas esas veces sólo recibí un ‘yo te busco’, cosa que nunca pasó”.

Violeta y yo tratamos de justificarla comentando que estaba muy ocupada. La verdad es que no necesitamos decir mucho para entendernos y saber que ambas pensamos que no sólo no estaba ocupada, sino que no tiene la más mínima intención de ayudar a nadie que no tenga que ver con su trabajo.

Violeta decidió no volver a buscarla y llamó a un exproveedor, quien a pesar de estar muy ocupado siempre se dio el tiempo para ayudar a mi amiga y darle una pequeña plática sobre las nuevas necesidades de los empleadores.

Tina, la líder de Recursos Humanos, sigue sin responder los mensajes que Violeta le mandó. Seguramente no ha terminado todos los pendientes que tiene y que le impiden darle 15 minutos de su tiempo a mi amiga, quien tanto la consideraba y la admiraba.

Hoy en día Violeta describe a Tina como una mujer muy distraída y ocupada, que debería tener menos responsabilidades con el propósito de darse la oportunidad de trabajar en sus relaciones personales, ya que este mundo es muy pequeño y nunca sabemos a quién podemos necesitar algún día.

Por fortuna mi amiga es lo suficientemente humana como para responder al llamado de quienes se han cruzado en su vida. Desde que trabajó en Recursos Humanos, sabe que apoyarnos unos a otros es sinónimo de progreso y avance social.

 

*Buscadora de historias urbanas de sus contemporáneos millennials. Ponte atento, tu historia puede ser la próxima.

@valeria_galvanl

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