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Wallace + Morera = catfight

20 de Febrero 2017
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Aunque muchos piensen que lo de la marcha #VibraMexico y los que quisieron robársela, etcétera, etcétera, es un tema que pasó de moda, yo diría que no. Y es que hay un punto desde el que no se ha analizado: el liderazgo de dos de las mujeres que se convirtieron en el foco de atención previo a la protesta, la presidenta de la organización Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace, y María Elena Morera, de Causa en Común.

Independientemente de si lo suyo fue una catfight o no, podemos decir que las dos fueron astutas e hicieron lo que cualquier gato líder de una manada hace cuando se siente en peligro y que no es otra cosa que echar a los gatos más débiles por delante –con el perdón de algunos pumas– para sentirse protegido o ganar tiempo a fin de planear alguna solución.

Mucho se habló de que al organizar dos marchas simultáneas en contra de Donald Trump y de Enrique Peña Nieto el pasado fin de semana, estas mujeres dividirían a la ciudadanía, pero la verdad es que lejos de dividir a los mexicanos, la usaron para demostrar quién tiene más huestes en su manada.

Un gato inteligente no manda a sus seguidores a pelear en contra de una manada que es más grande y poderosa, pero también que tiene integrantes que aunque viven entre terciopelo y comida importada son bastante pensantes y a la hora que se requiera saben cómo afilar las uñas.

Eso le paso a la señora Wallace el domingo, cuando vio  que la otra manada era más grande, mejor dijo “¡miau!” y entre acusaciones de que había personas armadas y de que la estaban amenazando, se fue a refugiar a un Sanborns, claro un sitio muy seguro en caso de que te persiga alguien con una pistola.

Sí, “bad pensada esa jugada”, que nos da una muestra de algo que no solo nos pierde a los gatos, sino también a los seres humanos y que es la vanidad. A ciencia cierta nadie sabe qué llevó a doña Wallace a organizar su marcha, sin embargo el protagonismo es el protagonismo y finalmente a todos nos gusta ser los únicos en algo, lo que sea, pero ser los únicos.

Y estas dos activistas, con su actitud, convirtieron un evento de protesta en una demostración de fuerzas en lo individual.

Inicialmente las dos jugaron muy bien, al mandar por delante a destacadas figuras que defendieran su causa, pero al final también pasaron a un segundo plano. Algo que dejó la marcha es el desprestigio de las dos activistas que, a su manera y como buenas gatas –sin ofender–, quisieron imponer su ley, aunque al final del día las dos salieron raspadas peor que en una catfight. Por lo pronto a la señora Wallace solo le queda esconderse por unos días debajo de la cama y a Morera no hacer ruido en unas cuantas semanas.

DharmaTip:

Un gato siempre sabe cómo imponer su ley y eso puede ser a través de la inteligencia, la manipulación o una simple mirada. Cuando eso ya no le funciona, pues mejor hay que considerar ser perro.

@dharmaqueen1

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