Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Ellas solo quieren jugar

"Te encuentras con tipos que a lo mejor no les agrada que tú crezcas y que parezca que tú estás creciendo más rápido que él porque eres una mujer"
24 de Noviembre 2017
streamers
streamers

Cuando termina la jornada de trabajo, lo que ellas quieren es seguir jugando. Viven de los videojuegos y para algunas, los videojuegos viven de ellas, así que es prácticamente un estilo de vida. Pueden durar hasta tres horas transmitiendo en línea y en vivo cómo pasan un juego y pueden tener más de 70 espectadores simultáneamente.

Es a través de Twitch, una plataforma de streaming para los videojuegos u otros medios de transmisión donde estas mujeres se divierten.

Como en la calle o en el transporte, por lo menos una streamer ha vivido agresiones o acoso en línea solo por ser mujeres y aunque ellas estén cada vez más presentes en este mundo, no deja de ser un mercado aún dominado por los hombres, pero estas jugadoras están cambiando el panorama.

Chrisfected: evolución de Pokémon

Una niña de seis años llevó a su clase una lapicera que tenía un estampado de Super Mario Bros y un niño le preguntó que por qué tenía una lapicera de “niño”. Ella no le dijo nada y fue con su mamá para decirle lo que pasó.

“Pero a mí me gusta y es que sí es cierto, tiene azul aquí y rojo”, le dijo así. Su mamá le señaló que la imagen también tenía a alguna de las princesas de la franquicia y ahí fue cuando la niña se tranquilizó y siguió con su vida.

Parece una historia de cuando los millennials iban a clases en la primaria, pero en realidad es lo que vivió recientemente Christian Bejarano, una mamá millennial, con su hija. Pero Chris tampoco entra en los estereotipos: a ella la conocen mejor como Chrisfected en el mundo de los videojuegos en donde se dedica a organizar torneos de los “eSports” o juegos electrónicos desde los 13 años.

De vez en cuando hace streaming cuando juega, pero en general, tanto en lo competitivo como en los jugadores, sigue siendo un mercado dominado por los hombres.

Chris también recuerda que ella a los seis años de edad no tenía una lapicera de Mario, de hecho, todo lo contrario: recibió un juego de Polly Pocket, generalmente para niñas, mientras que sus primos buscaban cómo pasar Super Mario 3.

A ella le gusta ponerse muchos vestidos y a veces tiene apariciones públicas así, pero me explica que a veces parece que ya por ponerte esa prenda, les da derecho a los hombres de decirle “oye es que así se te ven más nalgas, por favor te vienes así”.

“Es un gusto propio que tengo, porque les digo que ‘evoluciono como en Pokémon’. Pero nunca falta el tipo que está sobre eso y que no se fijan en otra cosa más que en qué estás haciendo y cómo te estás vistiendo”.

También le han dicho durante sus transmisiones que se vaya a la cocina.

“Es una muy mala cultura, pero tienes que aprender a controlar el troll y hay quienes sí te quieren hacer daño, que no tienen cosas mejores que hacer y te encuentras con tipos que a lo mejor no les agrada que tú crezcas y que parezca que tú estás creciendo más rápido que él porque eres una mujer”.

“Ah porque es mujer, obviamente se lo van a dar a ella”, recuerda que ha escuchado este tipo de comentarios con personas con las que trabaja profesionalmente o tiene proyectos, sin embargo es algo que la pone triste “porque se supone que vamos en el mismo barco”.

Otro estigma que enfrenta es el cómo se tratan entre mujeres gamers. Ella me dice que no es feminista, pero ve absurdo que entre mujeres se ataquen y no es porque se tengan que apoyar solo por serlo, pero que al final están viendo que los hombres se están metiendo con ellas y “resulta que las mujeres también”.

Que si el panorama está cambiando, ella piensa que sí y ella es quien debería saberlo, pues asiste a diversos torneos y me asegura que aunque de repente hay un equipo o dos “mixtos” con una chica o dos entre sus integrantes, esos equipos no llegan muy lejos por varias cuestiones, pero entre las más preocupantes están que a las niñas las cuidan más y si el torneo se extiende a la noche, a ellas ya las buscan sus papás.

Alination, juega para cotorrear no para ligar

Alination es la de las estadísticas: ella afirma que a todas las streamers les ha pasado que algún troll las ataque por ser mujeres. “Afortunadamente no es común”, me explica ya que la comunidad es bastante amigable y al mirar una sesión de juego de ella, lo puedes ver en los comentarios: gente que la conoce desde hace mucho y la saluda, otros le hacen chistes y ella les va respondiendo en el streaming.

Otra prueba contundente contra este estigma hacia las mujeres que stremean, es que Alina Varela conoció a sus mejores amigas en Twitch e incluso, a unas las vio en persona hasta el día de su boda.

Ella lleva haciendo transmisiones desde febrero 2013 y se dedica laboralmente a casi lo mismo: testea videojuegos en SkyBox Labs. También me arroja otra estadística que obtuvo de su experiencia: “A todos los streamers nos llegan a caer personas que sólo buscan ofender sin razón alguna, pero en mi experiencia hasta ahora, los insultos que se enfocan en el género del streamer son mucho más comunes hacia a mujeres”.

También durante su trayectoria no faltó el usuario que la acusó de streamear League of Legends por dinero de los hombres. (Cuando te dedicas al streaming para los canales más establecidos se trata un trabajo donde sí se hace un esfuerzo para incrementar o mantener sus ganancias a través de suscripciones, donaciones, patrocinios).

Alina, que hizo trabajo periodístico sobre videojuegos, no tenía por qué darle una explicación a ese usuario y sin embargo, sus seguidores contrarrestaron el argumento del troll de que lo hacía por atención masculina. “¡Uuugh! Cómo me dan ganas de cachetearme a las personas que piensan que todo lo hacemos pensando en los hombres”, me dice entre risas.

También le han criticado por su vestimenta, pero a diferencia de Chris, a ella le reclamaron que por qué enseñaba piel.

“Me gusta tu stream porque no enseñas escote”, recuerda que le dijeron y piensa que es como si las streamers solo valieran por la ropa y no por el contenido que creamos.

“Un tipo (lo bueno que nomás fue uno), que apenas me vio un día con algo medio escotado me dijo ‘Chale, Alina, no sabía que eras así’ y le dije, ‘¿así cómo?, ¿con un cuerpo y pielecita?’”, me cuenta y se ríe.

Alina me recordó a cada vez que las mujeres van a los antros a bailar, muchas amigas mías prefieren ir a bares gay para que los hombres heterosexuales no las molesten o las acosen y solo puedan bailar sin interrupciones.

Lo mismo se traslada al mundo digital. Ella me dice que cuando hace stream apenas ve que alguien empieza a ponerse “cariñosito” en sus comentarios les aclara amigablemente que anda aquí para cotorrear, no para ligar.

Finalmente me asegura: “Lo que he vivido con la comunidad de Twitch femenina en Latinoamérica es fenomenal. Todas estamos ahí para apoyarnos y divertirnos juntas”.

Eloonn: todos pueden crecer en Twitch

Para Elonn, el ambiente en Twitch es un poco distinto al de los streamers hombres, porque en el caso de ellas es más frecuente que llegue audiencia atraída por el hecho de ser mujer y jugar videojuegos.

Pero ella considera que tanto el ambiente e interacciones en el canal depende también mucho de lo que permitan, así como el tipo de contenido e interacciones que tengan con la audiencia.

Va para los tres años de hacer streaming y es testigo de que las agresiones o críticas hacia las mujeres por el simple hecho de serlos, existen. Ella, como muchas, no lo permite y asegura que pone un alto en el momento para que esa misma persona u otra no intenten continuar.

Finalmente, ella también está consciente de que hay quienes comentan que por ser mujer no pueden llegar tan lejos ni crecer tanto su canal como un hombre en esta plataforma, un prejuicio que ella no cree en absoluto.

El mercado es importante porque México es el segundo país en Latinoamérica que consume videojuegos y se estima que el porcentaje de usuarias sea similar al que existe en Estados Unidos: 42% mujeres y 58% hombres.

“Hay muchas  que hacemos stream con el simple propósito de divertirnos jugando videojuegos y compartir la experiencia con nuestra audiencia”, me dice.

Ellas están ahí porque quieren, para quien lo dude. Algunas no vieron una consola hasta la adolescencia, mientras que otras pelearon con sus papás quienes no las entendían para mantenerse en línea; enfrentaron los típicos prejuicios por ser mujeres y, a pesar de esas trabas, se abren paso en este universo. Así que algo queda muy claro: ellas solo quieren divertirse.

Recientes