Joel Embiid no sabe si se sentirá mejor. Lo que tiene claro es que debe jugar mejor.
Está combatiendo una enfermedad y luce como alguien que quisiera estar en la cama y no en la cancha. Pero los 76ers de Filadelfia necesitan a su pívot estelar, así que Embiid está intentando decirse a sí mismo que debe esforzarse más para encontrar energía, incluso si sólo es por tres horas.
“Tú sabes, no puedo controlar mi condición física, pero puedo controlar qué tanto me esfuerzo y trato de hacer eso”, dijo el camerunés. “Pero sólo tengo que hacer más”.
Si no puede hacerlo, tendrá todo el tiempo que necesite para descansar.
Con Embiid decaído, los 76ers intentan evitar la eliminación y enviar la semifinal de la Conferencia del Este de regreso a Toronto. Este jueves, reciben a los Raptors para el sexto encuentro.
Portland tratará también de mandar su serie al duelo decisivo el jueves, cuando albergue el sexto duelo contra Denver, que ha ganado dos compromisos consecutivos para tomar ventaja de 3-2 gracias a Nikola Jokic, su pívot dominante.
Se supone que también Embiid es un pívot dominante.
Pero no se ha desempeño a ese nivel ni de cerca desde el tercer partido, cuando contabilizó 33 puntos, 10 rebotes y cinco bloqueos para que los 76ers despegaran a una victoria por 21 puntos y se pusieran arriba en la serie por 2-1. No ha sido capaz de recuperar ese nivel otra vez y pierde tiempo valioso en la cancha debido a sus molestias.
Sumó apenas 11 unidades en el cuarto partido y 13 puntos y ocho pérdidas de balón el martes, en la paliza propinada por los Raptors, de 125-89.
Los 76ers solían ser capaces de esperar a que Embiid saliera de sus problemas. Sus lesiones en el pie retrasaron dos temporadas el inicio de su carrera, pero eso fue en la era del “Proceso” de Filadelfia, cuando planear para el futuro era más importante que ganar en el presente.
Lo necesitan ahora contra Toronto, el segundo clasificado del Este, y el encendido Kawhi Leonard, especialmente porque su compañero estelar, Ben Simmons, también está teniendo problemas. Pero es Embiid quien recibe las mayores muestras de descontento de los aficionados y los medios de comunicación, y el entrenador Brett Brown no cree que sea lo correcto.
“Pienso que es extremadamente injusta alguna de la crítica que recibe. No puedo entender eso”, señaló Brown. “Y no es lo ideal, desearía que estuviera en las prácticas de tiro, desearía que estuviera en las sesiones de video, pero tuvo fiebre durante los últimos días que lo mantuvo en cama”.
Embiid aún no se ha rendido. Dijo al rapero y seguidor de los Raptors, Drake, que lo vería de regreso en Toronto para el séptimo encuentro, y sabe lo que tiene que hacer para ello.
“Simplemente tengo que ser yo mismo”, sentenció.
