Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Me estás matando, Susana

Con una buena adaptación de un texto de José Agustín, Sneider logra su mejor cinta, que incluye una gran actuación de Gael García.
09 de Diciembre 2016
susana
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Luego de una ópera prima bastante funcional —Dos Crímenes (1995)— y de una superproducción que terminó por hundirse en su propio oropel —Arráncame la vida (2008)—, el director mexicano Roberto Sneider regresa una vez más con otra adaptación literaria, en este caso de una novela de José Agustín (Ciudades Desiertas, 1982) renombrada en cine con Me estás matando Susana. La buena noticia es que al parecer Sneider aprendió la lección: menos es más. Así, en esta ocasión, a un muy contenido diseño de producción le acompaña un Gael García apabullante, en completo control y con un rango fabuloso, interpretando lo que bien podría ser el primer gran macho mexicano en el cine del nuevo milenio.

Eligio (Gael García) es un actor amateur de poca monta, que le entra a lo que sea con tal de subsistir: un comercial, una novela, alguna obra de teatro, lo que sea que pague. Aunque está casado con una guapa española, Susana (Verónica Echegui), Eligio no pierde oportunidad para echarle un ojo a la maquillista, irse de farra con sus amigos, y en general ser el clásico machito ojo alegre, tan simpático como a la vez cínico.

Pero todo tiene un límite, así que un buen día Susana desaparece sin dejar siquiera una nota de despedida. Al principio Eligio cree que se trata de un berrinche, pero los días pasan sin que haya noticia alguna sobre Susana, por lo que no le queda de otra al miserable sujeto sino empezar a buscar, aunque en ello le vaya el trabajo, el auto y los ahorros.

A diferencia de sus filmes anteriores, Sneider parece entender que la mejor ruta es la economía de recursos. Con varias tomas en exteriores (incluso dentro de un auto), pero sin que ninguna sea particularmente sorprendente (algunas calles en la Roma, algún departamento en la Condesa, etc), el director sabe impregnar rápidamente ese aroma urbano, propio de los textos de José Agustín, fotografiando a una Ciudad de México plenamente reconocible .

Con un buen ritmo y una cámara que incluso se da el lujo de algunos planos sostenidos (aquel donde la pareja pelea en el dormitorio de alguna universidad), Sneider plancha el terreno para que su arma secreta se explaye: un Gael García simpático como pocas veces, adorable y despreciable a la vez, proyectando con soltura a este macho mexicano moderno, que en realidad no le pide nada a sus símiles de la época de oro.

Gael es quien lleva la historia, quien impregna humor, desesperación y, llegado el momento, patetismo. Porque no piense usted que esta cinta se trata de una celebración al machismo ni mucho menos, al contrario, se trata de exhibirlo en dos caras: la simpática dicharachera, y la patética, cuando veamos al personaje reducido a un pobre diablo risible e infantiloide.

Pero el retrato incluso no se queda ahí, Me estás matando Susana no sólo es un fresco sobre el machismo aún prevaleciente en la sociedad mexicana, es también una postal sobre una pareja disfuncional que a pesar de que no se llevarán bien nunca, tampoco pueden dejarse por la paz: la vida parece serles tan insoportable separados como juntos, aunque se medio maten a cada rato.

La tercera fue la buena, Sneider no sólo logra la mejor cinta de su filmografía, sino que además logra arrebatarle a Gael García una de sus actuaciones más solventes y simpáticas en mucho tiempo, amén de lograr también ser el primero en adaptar de una forma por demás solvente un texto del legendario José Agustín. Así se hace.

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