La guerra en Medio Oriente entre Israel e Irán reverbera entre las naciones y agita los tres años de conflicto armado entre Rusia y Ucrania; el histórico conflicto en Siria se recrudeció con la caída del régimen de Bashar Al Assad; la guerra civil en Sudán con más de 10 millones de desplazados; Ruanda y República del Congo aún viven en choque y en Myanmar la guerra civil lleva cuatro años
Staff CAMBIO
El mundo se encuentra sin paz. Los conflictos armados en diferentes latitudes muestran que este es uno de los años más violentos.
La ofensiva que inició Israel el pasado 13 de junio en el marco de lo que bautizó como Operación León Naciente, es resultado de una añeja rivalidad.
La tensión entre ambos llegó a niveles inusitados desde los ataques del 7 de octubre de 2023 de la milicia palestina Hamas contra Israel, en los que murieron 1,200 personas y que dieron inicio a la actual guerra en Gaza.
En la madrugada del domingo 23, Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares del régimen iraní. Tras el ataque, el presidente, Donald Trump, aseguró que las mismas fueron “completamente y totalmente destruidas”.
En un mensaje desde la Casa Blanca, calificó los bombardeos como una “espectacular operación militar” y advirtió que “Irán se enfrenta a una elección: paz o tragedia”.
Putin agitado
En febrero de 2022, las tropas rusas invadieron Ucrania e iniciaron una guerra a gran escala que ha dominado la agenda internacional desde entonces.
A lo largo de 2024 y principios de 2025, Rusia continuó ganando más territorio, especialmente en el Donbás, aunque a un ritmo lento.
Para elevar la tensión, el presidente ruso expresó: ““Ya lo he dicho muchas veces, considero que los pueblos ruso y ucraniano son el mismo pueblo. En ese sentido, toda Ucrania es nuestra”
En esta tensión internacional, expresó su visión del arreglo a ambas partes del conflicto y mantiene contactos tanto con Israel, como con los “amigos iraníes”.
En Siria
Desde hace 14 años Siria se encuentra sumido en una crisis humanitaria, social y económica que está complicando su recuperación tras la caída del régimen de Bashar Al Assad en diciembre.
la provincia costera siria de Lattakia ha sido escenario de intensos enfrentamientos que han causado una creciente oleada de víctimas civiles, destrucción de infraestructuras críticas y desplazamientos masivos de personas, empeorando aún más la ya grave situación humanitaria en aquel país.
La violencia se ha extendido a las provincias vecinas de Tartous, Homs y Hama, y ya se han registrado más de 1.000 muertes, de las cuales al menos 750 son civiles.
Desplazados
De acuerdo con los internacionalistas, en comparación con las guerras en Oriente Medio y Ucrania, la guerra civil en Sudán ha recibido comparativamente menos atención internacional. Sin embargo, la guerra ha sumido a la población del país en una situación humanitaria catastrófica. Más de 10 millones de los casi 50 millones de habitantes del país son desplazados internos.
La guerra estalló en abril de 2023 cuando las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Sudán (FAR), lideradas por Hemedti, se desvincularon del gobierno militar con las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS).
Ruanda y República del Congo
Las tensiones armadas en las provincias congoleñas de Kivu del Norte y Kivu del Sur han sido una constante a lo largo de los últimos años.
la crisis actual se encuentra el fortalecimiento del grupo rebelde M23, compuesto principalmente por personas pertenecientes a la etnia tutsi.
Desde hace cuatro años, el M23 inició una nueva ofensiva argumentando la protección de la población tutsi del este de la República Democrática del Congo contra discriminación y violencia por parte de otros grupos étnicos.
Es así como desde finales de 2024, este grupo armado arremetió contra las Fuerzas Armadas estatales, logrando capturar nuevamente la ciudad de Goma y otras ciudades importantes como Bukavu.
Myanmar
Myanmar sigue sumida en una brutal guerra civil desde el golpe militar de 2021, que ha desplazado a más de 3,5 millones de personas, según Naciones Unidas.
Según Amnistía Internacional, el conflicto y la represión militar privaron a la población de su derecho a la educación. La población rohinyá sufrió los peores episodios de violencia desde 2017.
Aproximadamente 12,9 millones de personas en Myanmar ahora están en situación de inseguridad alimentaria, casi el 25% de la población. En 2023, 5,2 millones de personas en Myanmar carecían de acceso a servicios de agua, saneamiento e higiene, mientras que la agitación política continua y el conflicto étnico siguieron impulsando una crisis de salud
mental.