Periodismo imprescindible Viernes 29 de Marzo 2024

Cine desde el campo oaxaqueño

Hace seis años emprendieron la aventura de crear un campamento itinerante para ver nacer a una nueva generación de productores audiovisuales jóvenes en las comunidades de Oaxaca, y hoy 250 de ellos ya han sido capacitados
17 de Julio 2017
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POR JAVIER PÉREZ

En la Sierra Juárez, hacia los llamados “pueblos de las nubes”, donde los bosques de pino son un paisaje recurrente a un lado y otro de la sinuosa carretera que conecta las comunidades con la capital del estado, se ha desarrollado un proyecto de impulso a la producción audiovisual que se rige bajo el principio de comunalidad con el que se gobiernan estas poblaciones zapotecas.

El Campamento Audiovisual Itinerante, iniciativa de la asociación civil La Calenda Audiovisual, ya está en su sexta edición, la cual se llevará a cabo del 15 de julio al 5 de agosto en la comunidad de Guelatao de Juárez (allá donde nació Benito Juárez) con la presencia de 38 participantes mexicanos y dos extranjeros, todos jóvenes que se inscribieron a la convocatoria que reunió a más de 160 postulantes.

El objetivo de este campamento es “desarrollar proyectos de formación, producción y exhibición audiovisual que permitan la formación de una nueva generación de productores audiovisuales que hagan películas que cuenten la diversidad cultural que habita en nuestro país”, dice Luna Marán, una de las fundadoras de La Calenda y quien en el pasado Festival Internacional de Cine en Guadalajara ganó el premio Fipresci y el Mezcal a mejor dirección por su largometraje Los años azules.

En el campamento ya han participado más de 250 jóvenes, me dice, algunos de los cuales o bien han continuado estudios audiovisuales o ya se dedican a trabajar en cine o televisión. “Es un proyecto sui generis”, sostiene. A pesar de que Oaxaca tiene una historia muy contundente de producción audiovisual de pueblos indígenas, y que esta forma parte de la segunda generación que hace formación dentro de las comunidades, lo que distingue a este proyecto es que se trata de un espacio de encuentro entre jóvenes de comunidades indígenas y jóvenes de otras zonas del país, y, sobre todo, la metodología, que parte de la comunalidad.

“Nos interesa conformar grupos heterogéneos que puedan compartir su diversidad cultural, eso quiere decir que puedan participar un chavo de una colonia de Tijuana y uno de una comunidad indígena de Tabasco. Nos interesa el punto de encuentro y conocer, por medio de eso, la riqueza de nuestro país. Y el campamento tiene una metodología de trabajo basada en la comunalidad, que es esta forma de hacer vida y organizar la vida dentro de nuestras comunidades zapotecas principalmente, aunque no es único de esta zona. Nosotros retomamos como filosofía de trabajo para la producción cinematográfica esta forma de vida porque creemos que el cine es un acto de creación colectiva, y por ello aprendemos de la comunalidad, de esta filosofía, a fin de retomar y encauzar el trabajo creativo generando comunidad mediante el cine”.

Ya se planea replicar este proyecto en una comunidad de Durango y se han creado dos más inspirados en el campamento: uno en el País Vasco y otro en Aripa, Chile, llamado Escuela de la Transfrontera. En esta edición del campamento es la primera vez que se han aceptado estudiantes extranjeros. Los organizadores buscan que sea el primer espacio de formación de estos jóvenes.

El campamento tiene actividades abiertas al público –proyecciones, conciertos, obras de teatro, presentaciones de libros, como la primera antología de poetas serranas, Manchas de salsa verde (15 de julio)–. También habrá conferencias con académicas de renombre nacional e internacional, como Marina Azahua o Yásnaya Elena Aguilar, el propio Jaime Martínez Luna, y una clase abierta de Bruno Varela sobre las imágenes y cómo estas nos tientan. Habrá música clásica en colaboración con el Festival Cultural Bëne Rule (21 y 28 de julio), la obra de teatro Cómo extrañar Xalapa, de Luisa Pardo (30 de julio) y funciones de cine el resto de los días. Todas estas actividades serán en Cine Too, la única sala en México hecha en una comunidad indígena por una comunidad indígena (y que funciona de miércoles a lunes).

Los talleres, exclusivos para los jóvenes seleccionados, trabajan de 9 a 2 y de 3 o 4 a 6:30. Este año son seis grupos: Animación, es su primer año, se enfoca en animación 2D digital; Actuación, también es su primer año, donde se trabaja actuación mediante los nuevos formatos de representación con los nuevos medios, y también actuación para cine con Mónica del Carmen, Luisa Pardo y Alejandro Mendicuti. Exhibición está destinado a cinco proyectos que quieren convertirse o crecer como espacios de exposición o muestras itinerantes. En Crítica cinematográfica se enfocan en historia del cine y los detalles de lo que es la crítica y cómo se escribe sobre cine. En Iniciación audiovisual, los jóvenes aprenden, de inicio a fin, cómo se hace un cortometraje de ficción, de hecho durante las tres semanas del campamento crean historias, las filman, editan y exhiben durante el último día al público en general. El sexto grupo es Niños, que monta una exposición fotográfica y los videos en que trabajaron.

El Campamento Audiovisual Itinerante es, sin duda, una interesante ventana para la formación de creadores audiovisuales con un sentido de heterogeneidad cultural.

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