POR JAVIER PÉREZ
Daniela Michel habla a una velocidad impresionante, sin perder la fluidez, la claridad ni la reconocible gravedad de su voz. Aprovecha su tiempo de traslado para hablar sobre los 15 años del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), proyecto que creó en 2003 y que ha convertido en uno de los eventos cinematográficos más importantes de América Latina.
“Es importante que exista porque apoya a los jóvenes cineastas mexicanos, apoya mucho en la derrama económica de todo Michoacán, posiciona a México como un país que tiene un festival importante en Latinoamérica y donde hay un público nacional e internacional. Apoya a jóvenes a darse a conocer y a que se sientan en comunidad, se conozcan e intercambien ideas”.
Los 15 años del FICM se festejarán entre el 20 y el 29 de octubre. Coco, filme de Pixar basado en el festejo de Día de Muertos mexicano, abrirá el festival. Hace unos meses, cuando el codirector y la productora de esta cinta, Adrian Molina y Darla K. Anderson, respectivamente, presenttaron el proyecto en México, dijeron que se trataba de un posicionamiento frente a las políticas anti-México de Donald Trump.
Daniela no ve, o por lo menos dice que no es así, ninguna intención en que esta película tenga su estreno mundial en Morelia ni que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, la encargada de otorgar los premios Oscar, tenga un programa especial llamado De México a Hollywood a los Oscar, que celebrará a los directores mexicanos que han sido nominados o han ganado el Oscar y para el cual vendrá el presidente de dicha academia, John Bailey; ni tampoco que el Festival de Cine de Sundance haya organizado un taller de guion en el marco del festival.
“Yo no lo veo como político –dice Daniela–, simplemente creo que se busca estrechar los lazos y reconocer un talento que siempre ha habido, desde las épocas de Dolores del Río, incluso antes. No es que ahorita decidan hacer algún tipo de asunto político, sino que creen que ya se merece México tener un evento de los Oscares aquí. Y evidentemente la gente de Sundance sabe que el talento mexicano es importantísimo (este año, el premio del público de ese festival lo ganó el mexicano Ernesto Contreras con Sueño en otro idioma)”.
La directora general del FICM, quien antes de esta entrevista estaba por partir a Los Ángeles al concierto de música y cine mexicano de cuya curaduría se encargó junto con el cineasta Alejandro González Iñárritu, y que sería interpretado el viernes 13 por la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles bajo la dirección de Gustavo Dudamel, sostiene que la constancia ha sido determinante para trabajar y celebrar a los cineastas mexicanos. Porque, dice, lo más importante del festival es la promoción del cine mexicano, más allá de que el presidente del jurado de este año sea el célebre cineasta húngaro Béla Tarr, que el rumano ganador del premio a la mejor dirección en 2016 Cristian Mungiu también forme parte de ese jurado, o que Michel Hazanavicius, Laurent Cantet, Barbet Schroeder y el emblemático John Lasseter vengan a presentar películas.
La parte esencial del FICM son las secciones de competencias mexicanas: Michoacana, Cortometraje, Documental y Largometraje. Este año la participación será de 56 cortos (29 de ellos en línea), 15 documentales, 15 obras michoacanas y siete largometrajes. En total: más de cien realizadores mexicanos presentan su trabajo de más de mil que enviaron solicitudes.
“Tenemos un México del presente con las películas en competencia, un México del futuro con todos los talleres y todo lo de formación que se les ofrece a los jóvenes, y el México del pasado con las retrospectivas (en esta ocasión, una dedicada a la Cinematográfica Marte y el cine de los años 60-70 y otra sobre cine hecho en Michoacán)”. Y en las 15 ediciones del festival, el cine mexicano –dice Daniela– “ha mejorado muchísimo. Hay más producción, más voces, mucho talento, más conocimiento de gente que está haciendo cine en todo el mundo. Uno que ama México es muy importante que apoye el cine desde donde puede. Nosotros no podemos producir cine ni estamos involucrados en exhibirlo, somos una plataforma para apoyar a los jóvenes cineastas mexicanos”.
Y a pesar de todos los invitados especiales que tendrá el festival, dice Daniela que esta vez sólo hay un invitado de honor: el mexicano Guillermo del Toro, quien presentará La forma del agua, película por la que ganó el León de Oro del Festival de Venecia (el único mexicano que lo ha ganado). “Me da mucha emoción recibirlo porque hace 11 años que no viene a Morelia. Es una persona extremadamente generosa, buena, talentosa, para mi gusto es realmente un genio. Y me da mucho gusto que venga a su tierra, que conviva con los mexicanos y que presente su película, una obra maestra que va a ser un referente en la historia del cine”.
La película que cerrará el FICM será la producción de animación Ana y Bruno, de Carlos Carrera, la cual donará su taquilla a los afectados por el sismo del 19 de septiembre.
Daniela nunca deja de trabajar en el FICM en ningún momento del año. “Me gusta mucho ver cómo ha crecido, ver sus retos, me interesa que siga creciendo y fortaleciéndose. Me gusta mucho trabajar con el mismo equipo, llevo años trabajando con la misma gente fantástica, sin el equipo no podríamos hacer lo que hacemos, así que es un trabajo realmente increíble y hermoso. Es un punto de encuentro único para los cineastas mexicanos”.
Estrenos internacionales
Se exhibirán, entre otras, Beatriz at Dinner, de Miguel Arteta; Downsizing, de Alexander Payne; Good Time, de Josh & Benny Safdie; Happy End, de Michael Haneke; Loveless, de Andrey Zvyagintsev; On Body and Soul, de Ildiko Enyedi (ganadora del Oso de Oro en el Festival Internacional de Cine de Berlín); The Other Side of Hope, de Aki Kaurismäki; Suburbicon, de George Clooney; Victoria and Abdul, de Stephen Frears; Wonder Wheel, de Woody Allen; Wonderstruck, de Todd Haynes; Zama, de Lucrecia Martel, y The Square, de Ruben Östlund (ganadora de la Palma de Oro 2017).
Hecho en Michoacán
Se exhibirán, en colaboración con la Filmoteca de la UNAM, tres títulos clásicos del cine nacional: Janitzio (1935), de Carlos Navarro; Maclovia (1948), de Emilio Fernández, y El brazo fuerte (1958), de Giovanni Korporaal.
Sedes
Cinépolis Morelia Centro, Cinépolis Las Américas y el Teatro Ocampo. Además, habrá funciones gratuitas en la Casa Natal de Morelos, el Aula Mater del Colegio de San Nicolás de Hidalgo, la Plaza Benito Juárez, y conferencias en el Teatro José Rubén Romero. Asimismo, se hará una extensión del festival en Pátzcuaro, en el Teatro Emperador Caltzontzin.
En la CDMX
Se presentará una selección en Cinépolis (incluye las películas ganadoras), del 3 al 9 de noviembre; Cineteca Nacional y Cinematógrafo del Chopo, 4 y 5 de noviembre; y en el Centro Cultural Universitario, del 10 al 12 de noviembre. Y dos funciones al aire libre: en el Parque México y en el Jardín Centenario Coyoacán.
COMPETENCIA MEXICANA
Este año, la Sección de Largometraje Mexicano está conformada por Los adioses, de Natalia Beristáin; Ayer maravilla fui, de Gabriel Mariño; Casa Caracol, de Jean-Marc Rousseau Ruiz; Cuadros en la oscuridad, de Paula Markovitch; The Drawer Boy, de Arturo Pérez Torres; Oso polar, de Marcelo Tobar, y Sinvivir, de Anaïs Pareto Onghena.
