*La exhibición se involucra con la identidad de las personas y la historia de sus barrios
México, 13 de febrero (Notimex).— La Galeria Urbana, ubicada en la colonia San Ángel de la Ciudad de México, inauguró la exposición “Paraíso Perdido” del artista español Alfredo Romero (Barcelona, 1974), la cual retrata temas como la memoria, y da cuenta de testimonios del tiempo y de la historia preservados en piezas de arte contemporáneo.
Romero señala que este trabajo está basado en la antropología y la arqueología contemporánea de entre los años 50 y los 80: “Hemos realizado un proyecto de investigación artística que tiene que ver con la identidad y la memoria de los barrios y la globalización en México y Latinoamérica, que comenzó en el sureste mexicano hace ya nueve años. Todas las piezas formaron parte de la identidad y la historia de casas que fueron misceláneas o tiendas de abarrotes. Con la globalización se implantan otro tipo de comercios, los anteriores se pierden, pero también se pierde la identidad…”
Se trata de un trabajo de strappo, técnica un tanto olvidada por los artistas contemporáneos, con la cual se efectua un tipo de arranque de la pintura mural, en la que mediante telas preparadas se consigue separar la película que forma la pintura del rebozado ulterior donde se encuentra. Romero se involucra con la identidad de las personas, con su historia, la que refiere cómo vivían, cómo era su barrio. Muchas veces antes de que tiren la casa o piquen la fachada, lo que él hace es recuperarla.
Toda la obra expuesta es real, literalmente arrancada de un muro, y no se trata de cuadros pintados por el artista. En sus palabras, lo que vemos “lo pintó mucha gente, lo pintó la historia, lo pintó el tiempo, por eso son memorias, porque hay muchas cosas que no las puede hacer nadie sino el propio tiempo. Hay colores imposibles, y todo el mundo me pregunta: ¿cómo consigues envejecer tu obra? Yo les respondo: ¡No, es que así es el moho, el tiempo!”
Sin embargo, influido por la filosofía japonesa, Romero realiza sus propias intervenciones en las piezas: Por un lado en cuanto a la esencia del wabi sabi (que se refiere a lo intransitorio), donde en vez de ver lo imperfecto como un error se percibe como una creación de la naturaleza, como el musgo que crece sobre una pared. Y por otra parte al kintsugi (también conocido como carpintería de oro), cicatrices doradas y visibles sobre una pieza de ceramica que evocan el desgaste que el tiempo obra sobre las cosas físicas.
“Paraíso Perdido” se exhibe hasta el jueves 12 de marzo del 2020 en la Galeria Urbana (que desde 2001 es una de las pocas muy activas en la zona), ubicada en Calzada de los Leones 195, colonia Las Águilas, en Álvaro Obregón, la cual está abierta de lunes a viernes de 10:00 a 19:00 horas y los sábados de 10:00 a 14:00 horas.
NTX/JC/AFG
