Periodismo imprescindible Viernes 29 de Marzo 2024

El mercado musical y sus retos

Cardi B lanzó un disco que, en unas horas, ya era considerado un álbum de oro, pero ella parece haber sido creada en un laboratorio de estrellas pop. Para los músicos independientes, publicar un álbum puede ser una mala apuesta en el 2018
14 de Abril 2018
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POR JULIÁN VERÓN

Imaginen que son miembros de una banda independiente que grabó sus primeras 10 canciones y ya celebra que por fin tiene material para compartir en sus redes sociales. Lanzan las 10 rolas, las oyen 200 personas y automáticamente ustedes se dan cuenta de que acaban de gastar tiempo, dinero y sueños, a fin de que su obra no tenga más de 200 plays en Youtube.

Este es el mayor problema que enfrentan los artistas hoy en día. Ante el exceso de oferta musical, encontrar la mejor manera de lanzar el producto se vuelve incluso más difícil que escribir una buena canción. ¿Sacar un disco o un sencillo? ¿Un EP? ¿Un mixtape? Estas son preguntas completamente válidas en el mundo lleno de inmediatez que vivimos hoy.

El viernes pasado, Cardi B publicó Invasion of Privacy, su primer disco, y es el ejemplo vivo de cómo difundir un long play en pleno 2018. Según Forbes, el disco se convirtió en oro luego de unas cuantas horas de su estreno debido a que califica para 500 000 unidades, justo como lo logró Drake en el 2016.

J Balvin y Bad Bunny hicieron lo suyo al llenar Instagram de historias y videos interpretando sus respectivas colaboraciones con ella en “I Like It”, logrando que esta sea la canción con más stream del disco.

Además, Cardi B se presentó en Saturday Night Live, y anunció que está embarazada. ¿Fue un buen fin de semana, no? ¿Qué hiciste tú el finde? ¿Netflix? ¿Pagaste el agua, la luz?

La cuestión con Cardi B es que podría haber sido diseñada en el laboratorio de un científico como la estrella pop perfecta, algo así como la mezcla que usaron con el propósito de crear a las chicas superpoderosas, pero en vez de ser heroína es una pop-star. Busquen cualquier entrevista en Youtube y denle play. Está hecha para esto. Y bueno, no es tan fácil captar la atención del mundo con un disco, incluso Britney Spears –la chica dorada americana, lo que EU nos vende como un sueño– fracasó abruptamente con su disco Glory del 2016. Sí, sé que lees esto y te preguntas: “¿Britney sacó un álbum y no me enteré?”. Imagínate el nivel de fracaso del disco, que ni una artista tan masiva y gigante logró que se colara en la música que escuchas semanalmente. ¡Vaya flop!

Semanas atrás, Jack White lanzó Boarding House Reach luego de sacar sencillos bien raros. ¿Por qué digo bien raros? Porque Jack no publica singles como cualquier ser humano del planeta; le gusta difundir rolas bien extrañas antes de estrenar su álbum. Luego de los tracks sueltos sacó el disco completo. Al mismo tiempo, The Weeknd estrenó su EP My Dear Melancholy, con canciones llenas de flechas para Selena Gómez, y Twitter se cayó. Lanzó todas las canciones de un golpe y, por ser The Weeknd y no una banda de Garage de Jalisco, le funcionó.

¿Habrá alguna fórmula que permita lanzar música en el planeta de hoy, tan lleno de tareas, y en el que la gente tiene tan poco tiempo para escuchar discos enteros? Luis Fonsi dijo recientemente a la agencia EFE en una entrevista: “Aún estoy esperando para sacar mi disco, que lleva tiempo grabado y mezclado, pero no quiero que sea eclipsado por el éxito de ‘Despacito’”. Y es que es tan absurdamente grande la canción, que a su autor le resulta un obstáculo para estrenar su disco en algún momento.

Nunca antes había sido tan difícil lanzar música a la calle. La atención del mundo cambia día a día, tuit tras tuit, y lo que hoy es relevante mañana podría ser invisible. Estamos viviendo la época del trending topic, y todos queremos pertenecer, no queremos perdernos la película, y tener algo que aportar a la conversación es lo que nos quita el sueño a diario.

La música, como conjunto de canciones, dejó de ser importante, y básicamente la gente necesita una sola canción a fin de decidir si quiere seguir interesada en la obra de un artista o eliminarlo para siempre de su lista de Spotify. Y hablando de Spotify: tenemos tan poco tiempo en qué descubrir y seleccionar música, que una de las razones más grandes del éxito de este servicio de streaming es su “Spotify Weekly”, que hace el trabajo por nosotros y, gracias a algoritmos provenientes de nuestros clics en la plataforma, nos envía semanalmente una lista de canciones seleccionadas exclusivamente para nosotros. De este modo no perdemos tiempo congelados en la pantalla buscando alguna canción que oír.

Entonces, si estas son las condiciones del público que consume música actualmente, es correcto concluir que es imposible lanzar música como se hacía 50 años atrás. Y claro, cada artista tiene un escenario distinto: no es lo mismo una canción de J Balvin a una de Little Jesus. Sin embargo, tan sólo hace falta ver los números para entender: de las rolas estrenadas en el último álbum de Cardi B, la que mayor reproducciones tiene –“I Like It”, FT. Bad Bunny y J Balvin– es solamente el 3% de reproducciones (por ahora) de las que lleva “Bodak Yellow”, la rola más exitosa de su álbum. ¿Por qué? Pues porque mientras “Bodak Yellow” fue publicada como un sencillo, 10 meses antes que el álbum, “I Like it” se difundió al mismo tiempo que el disco entero. La diferencia de streams es abismal, ya que por matemática simple y pura es mucho más sencillo promocionar y llevar todos los esfuerzos a una sola canción, un solo video, que a 10 canciones que al final del día son 10 mundos distintos. Es más sencillo hablar sobre la mesa de algún bar con una cita sobre una canción y lograr alguna respuesta, que sobre un disco de 15 canciones. Bienvenidos al 2018.

Nunca había sido tan cuesta arriba para los artistas independientes entender los hábitos de consumo musical de su audiencia, y nunca antes había sido tan complicado sacar un disco. El futuro de la música cada vez más apunta a las canciones sueltas, a volver al génesis, a The Beatles y su revolución musical con los 45 RPM. ¿Habrá alguna banda que con un disco ponga todo patas para arriba y nos haga salir de la burbuja de la inmediatez? ¿Serán Alex Turner y los Artic Monkeys con su próximo disco a lanzar los últimos con la oportunidad de refutar esto? Y precisamente, no es casualidad que en el peor momento del rock, el disco largo esté muerto. El rock es el género culpable de que todos los artistas populares quisieran sacar long plays.

Este es quizá el momento más difícil para tener una banda independiente, con 10 grandes canciones en la mano, y poco dinero. Y por eso también es el mejor momento. Es un año clave para el futuro a mediano plazo del disco como obra que contiene canciones. Y mucho de lo que pase en estos meses definirá más aún la forma en que consumimos y consumiremos música por un largo rato.

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