Revista Cambio

Música para la gran pantalla

Por: Javier Pérez

 

En un cuarto de hotel de Londres, Danny Elfman (1953) ha instalado un pequeño estudio de grabación con el objetivo de afinar detalles del score de Justice League, la película en la que se reunirán los principales superhéroes de DC Comics. Un trabajo por el que dentro de poco entrará en los oídos de millones de espectadores alrededor del mundo.

Danny Elfman es un compositor tan respetado de música para cine que se puede dar el lujo de trabajar en filmes de Marvel y de DC. Entre sus más de 100 bandas sonoras firmadas a lo largo de su carrera se encuentran El hombre araña 1 y 2 (Sam Raimi, 2002 y 2004), así como Avengers: Era de Ultrón (2015), por el lado de Marvel, y su tremendamente referencial Batman (Tim Burton, 1989) o, ahora, La liga de la justicia, por el de DC.

Sin embargo, Elfman no solamente se dedica a crear música cinematográfica. Hace poco terminó de escribir su primer concierto para violín y también, de unos años a la fecha, ha ofrecido algunas presentaciones en vivo. “Siempre me presiono a mí mismo –dice con una sonrisa que no se le borra durante todo el enlace vía Skype– así que cuando no hay suficiente presión, yo ejerzo más. En los últimos años, he hecho música de cámara, acabo de estrenar mi primer partitura de violín el año pasado, me tomó como seis meses escribirla, y casi me mata. Sabiendo que casi me mata, pero que no me mata, quiero hacer más. Y más películas, porque van mano a mano. Decidí que hacer películas me da la libertad de hacer música de concierto, lo cual no tiene límites. Y con eso pretendo encontrar cierto equilibrio. Y eso también puede evitar que me vuelva loco, pero sabemos que probablemente no ocurrirá. Además de la música de Justice League, empecé con una comisión que me dio la Filarmónica de Berlín, y la comenzaré a hacer en cuanto llegue a mi casa porque Dios me libre de tener tiempo libre y de darme unas vacaciones”.

Hace unos años, Danny Elfman estuvo por primera vez en la Ciudad de México, donde ofreció dos shows en el Auditorio Nacional. Y ahora regresa, a la Arena Ciudad de México, este 31 de octubre –con invitados como Jonathan Davis, de Korn, y Susana Zabaleta–, con el programa dedicado a la música de las películas de Tim Burton, un cineasta con el que ha formado una de las duplas más duraderas e identificables del cine. Han trabajado juntos desde los ochenta, cuando hicieron mancuerna en Las aventuras de Pee-Wee (1985), y luego en dos películas que catapultaron a ambos: Beetlejuice (1988) y Batman, que volvieron reconocibles el estilo del cineasta y las sonoridades del compositor. Las atmósferas llenas de contrastes de Elfman, complejas aunque similares, fantásticas pero tétricas, festivas y melancólicas, vertiginosas aunque pausadas, son parte del imaginario colectivo. Y más cuando trabaja con Burton.

“Es un poco alocado cuando trabajamos juntos, porque los dos de algún modo estamos locos. Y cuando juntas dos personas así, a veces las cosas se salen de control y a veces simplemente es divertido. Como puedes imaginar, también hay fricciones”. La mancuerna volverá a trabajar junta en Dumbo, un remake en acción real de la cinta animada de Walt Disney que está anunciado para 2019 con Eva Green, Colin Farrell y Michael Keaton en los personajes protagónicos. A Danny, la forma de trabajo en esta película le parece muy similar a la de Alicia en el país de las maravillas, pues el metraje que ha visto está muy crudo: básicamente escenas de gente parada con una pantalla verde al fondo. Así compuso la partitura de Alicia.

A Elfman le gusta que su trabajo esté lleno de contrastes. Y no se refiere únicamente al tipo de composiciones que produce, sino a los alcances de las películas. Es decir, puede crear la música para un blockbuster como Justice League y luego para Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot, película de Gus van Sant que se estrenará en 2018. “Es una película muy pequeña. Me hizo muy feliz hacer ambas películas con tan poco tiempo de diferencia pero que fueran muy distintas. Aunque ahora me digo que Justice es muy muy muy distinta. Nunca hago eso, pero si el presidente siempre hace eso… Quiero dejar de hacerlo. Así que no haré nada tan realmente, realmente, realmente grande. Si lo vuelvo a hacer, simplemente díganme papá Trump”.

Para él, su trabajo de composición implica 30 por ciento inspiración y 70 por ciento transpiración. “Es fabuloso cuando al principio sólo tienes ideas, aunque llevarlas a cabo implica trabajo duro”. Y dice que no sabe qué lo motiva a seguir componiendo. “Los escritores tienen que escribir y los compositores tienen que componer, los pintores tienen que pintar. Realmente no tenemos elección y nunca nos retiramos, simplemente nos morimos”.

—¿Cuál es su personaje favorito de los de Tim Burton?

—Aún me siento muy cercano a Edward Scissorhands y a Alicia. Pero es muy difícil elegir un favorito. En un nivel personal me siento más cercano a Jack Skellington (el protagonista de la cinta El extraño mundo de Jack, la cual, curiosamente, no dirigió Burton, aunque hayan sido sus personajes) porque cuando estaba escribiendo sus letras, cantaba sobre mí mismo, sobre mi banda y mis deseos de aquella época.