México, 27 Ene (Notimex).- La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) alertó sobre el peligro de las quemas agrícolas, con el fin de mitigar los incendios forestales, los efectos del cambio climático, disminuir los costos de producción y tener mayores rendimientos.
Recomendó por ello la prevención porque de acuerdo con la Comisión Nacional Forestal, del 10 al 16 de mayo del 2019 hubo 348 incendios -32 por ciento derivado de actividades agropecuarias-, lo que afectó a alrededor de 36 mil hectáreas.
Por ello la Sader y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), a través del Programa MasAgro, informaron que realizan acciones e imparten conocimientos para que los productores que acostumbran quemas agrícolas tomen conciencia de la importancia de no realizarlas más, y conozcan alternativas agronómicas para el manejo del rastrojo.
Apuntó que gracias a la articulación de esfuerzos entre Agricultura y el CIMMYT, ha hecho posible que más de 200 mil hectáreas que antes se quemaban ya no sean objeto de esa práctica.
Entre los beneficios más notables de no quemar el rastrojo y mejor usarlo como cobertura del suelo, están la reducción de los costos de producción, el mejoramiento de la estructura y la calidad del suelo, menor incidencia de malezas, la conservación de la humedad e incluso mayores rendimientos.
Además, con actividades de difusión de buenas prácticas agrícolas, el programa MasAgro es también una acción por el clima que, en concordancia con los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), mejora la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional para mitigar los efectos del cambio climático.
Sobre todo, afirmó, porque el año 2020 inició con mala calidad del aire en las principales zonas urbanas del centro del país (resultado de la pirotecnia y de incendios de naturaleza diversa). Además de que en el Valle de Toluca, por ejemplo, se tuvo que activar la fase II de contingencia ambiental atmosférica.
La Sader informó en un comunicado que en Puebla una densa nube de humo hizo recordar la contingencia ambiental que hubo en mayo de 2019 en esa y muchas otras entidades, la cual fue producto de incendios forestales derivados -muchos de ellos- de quemas agrícolas que se salieron de control.
Explicó que México tiene dos temporadas de incendios: la primera comienza en enero y termina en junio (afecta a las zonas centro, norte, noreste, sur y sureste del país), y la segunda principia en mayo y concluye en septiembre (perjudica a la zona noroeste).
Las altas temperaturas, la baja humedad en el ambiente y la presencia de áreas con material vegetal seco, son condiciones propicias para los incendios, aunque ninguna es tan determinante como la intervención humana.
Añadió que aún cuando existe la Norma Oficial Mexicana NOM-015-SEMARNAT/SAGARPA-2007, que establece las especificaciones técnicas de los métodos de uso del fuego en los terrenos forestales y en aquellos de uso agropecuario, es necesario redoblar esfuerzos para cambiar el paradigma de las quemas agrícolas.
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