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Acusada

Gonzalo Tobal dirige una cinta que genera el debate y despierta un montón de preguntas que nos ponen en un lugar moral y complejo
09 de Diciembre 2018
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POR JULIETA SÁNCHEZ

Dolores (la actriz y cantante argentina Lali Espósito), una joven universitaria de clase acomodada, es acusada por homicidio en un juicio muy mediático. La víctima es su mejor amiga, quien fue apuñalada brutalmente después de una noche de juerga donde hubo alcohol y drogas pero no celulares, pues fueron prohibidos por los organizadores. Dos años después, Dolores, recluida en su casa para escapar del escrutinio público, vive un punto de quiebre que podría echar por la borda la estrategia de sus defensores cuando el juicio está por comenzar.

Acusada (Argentina, 2018) formó parte de la selección oficial del Festival de Cine de Venecia y empezó a gestarse hace cuatro años, cuando el realizador Gonzalo Tobal sintió curiosidad por los casos policiales, “el modo de cubrirlos y narrarlos de parte de los medios, y cómo el público está fascinado, como si fueran reality shows. Al menos así pasa acá en Argentina y, por lo que he visto, también en México. De ahí surgió la idea de contar un caso a partir de una familia, es decir, cruzar el género policial desde el lado íntimo de una familia que está viviendo una situación así”.

El cineasta, además, optó por otra particularidad: contar la historia a partir de la mirada de una joven. “Me parece que es lo que la vuelve atractiva e interesante y poderosa, en el sentido que la película es eso, el estar muy cerca de alguien a quien normalmente veríamos a través de la televisión y nos haríamos la pregunta: ‘¿lo hizo o no?’ Así es verlo de cerca”.

Como protagonista eligió a Lali Espósito, actriz y cantante argentina de 27 años, muy conocida en su país por hacer carrera desde niña en telenovelas, como cantante pop, y recientemente por agarrarse a besos con J Balvin en un video de Ricardo Montaner. “El trabajo con Lali fue muy bueno –dice Tobal–. Ella venía de un background muy diferente, y este proyecto es el salto hacia el drama, un papel muy oscuro y muy distinto a lo que ha hecho. Pero ella demostró toda su capacidad actoral y humana. El diálogo que tuvimos siempre fue genial: fuimos buscando al personaje en conjunto desde la lectura del guion, la charla y mucho ensayo previo, todo ese trabajo nos permitió encontrarlo muy bien”.

En Acusada, el tema de la familia es importante. “Lo familiar me interesa mucho. Mi película anterior tenía que ver con lo familiar al igual que todos los trabajos que hago. En este caso hablo de un caso policial a través de la familia: el ojo está puesto en esas relaciones, en qué pasa en esa casa o qué pueden pensar los padres sobre qué pudo haber hecho su hija, hasta dónde puede llegar el amor por un hijo o la protección y todos los secretos que se pueden esconder entre ellos. Le da potencia y singularidad a la película. Plantea varios dilemas morales, pues difícilmente los espectadores han estado en esa situación, pero sí reconocen esas relaciones y vínculos familiares y eso me permite la identificación y acercarme mucho y hacer preguntas como ¿qué haría yo en esa situación?, ¿cómo hablaría con mi hija?, y un montón de preguntas de ese estilo que nos ponen en un lugar moral y complejo, y generan el debate”.

Tobal, además, habla de la complejidad de una realidad que va cada vez más rápido. “Es difícil pensar en parar un momento y entender algo de la complejidad, de cómo entender estas nuevas tecnologías que van tan rápido y que afectan nuestras relaciones, y un montón de vinculaciones humanas que antes dábamos por sentadas también quedan totalmente trastocadas; siento que esta cuestión es difícil de entender. Hay algo de eso en la película porque una de las cosas que está en crisis tiene que ver con la verdad y la idea que teníamos de la verdad, que en el presente está en crisis. Eso en este caso policial es muy importante”.

En Acusada, la música es del mexicano Rogelio Sosa, quien se caracteriza por su enfoque experimental. “Me interesó mucho trabajar con alguien así porque la música como clímax de la película de alguna manera tenía que mostrar esa atmósfera, esa cosa rota a través de Dolores, al igual que con la familia y en esa casa. Sentía que había una sonoridad rota y vacía, las cosas no están en su lugar. Estuve trabajando con Rogelio, que es muy creativo, en la búsqueda de estas sonoridades. Es un trabajo espectacular”.

Otro mexicano que participa es el actor Gael García Bernal, quien interpreta a un maledicente conductor de TV. “Malvado o no tiene una cuota de realidad, está haciendo su trabajo”. Para Gonzalo es importante “contar historias y mirar el mundo en el que vivimos. Se trata de poder capturar algo de lo que nos rodea, del momento que atravesamos como sociedad y retratar esos contextos también y las paradojas y complejidades en el mundo que vivimos. Es una de las cosas que busco hacer, y al mismo tiempo contar historias atrapantes que nos permitan ver en el cine y al mismo tiempo que nos permitan pensar y debatir”.

A él le gustaría que quienes vean la película “puedan reflexionar sobre el mundo en que estamos viviendo; que también pasen un buen rato en el cine y se salgan un rato de sus vidas para ver desde otra mirada. Es modesto el ponerse en otros zapatos, mirar el mundo con otros anteojos un rato, eso te abre un rato la cabeza”.

 

Dirección: Gonzalo Tobal.

Guion: Ulises Porra y Gonzalo Tobal.

Producción: Hugo Sigman, Santiago Gallelli. Argentina 2018.

Edición: Alejandro Carrillo.

Con: Lali Espósito, Leonardo Sbaraglia, Inés Estévez, entre otros.

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