Naciones Unidas, 18 Feb (Notimex).- La Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, exhortó a un cese al fuego en Siria, donde el conflicto armado ha dejado cerca de un millón de desplazados desde el 1 de diciembre de 2019 hasta la fecha.
Bachelet destacó en un comunicado que los altos funcionarios de las Naciones Unidas están horrorizados con el incremento de la violencia y el número de desplazados, de los cuales el 80 por ciento son mujeres y menores de edad que viven a la intemperie y en situaciones deplorables.
“Civiles sirios viviendo en retazos de lonas de plástico bajo temperaturas gélidas y siendo víctimas de bombardeos. Esta es la cotidianidad de la crisis humanitaria en Siria”, señaló en el texto difundido por la ONU.
La Alta Comisionada de la ONU afirmó que quienes se desplazan de las zonas de conflicto nunca encuentran realmente un lugar seguro, ya que la violencia los alcanza nuevamente en algún momento.
“Familias enteras, algunas de las cuales han huido de un rincón a otro de Siria en el transcurso de la última década, se encuentran con que las bombas forman parte de su vida cotidiana”, expresó Bachelet con indignación.
La crisis humanitaria en Siria también ha ocasionado que los campamentos de refugiados estén saturados por el inmenso número de personas que han dejado sus ciudades de origen, además de que carecen de alimentos y agua potable suficiente para atender a toda la población afectada por el conflicto.
La ONU reportó que entre el uno y el 16 de febrero murieron al menos cien 100 civiles en distintos episodios violentos, incluidos 18 mujeres y 35 menores, esto, sin contar el gran número de heridos como consecuencias de los ataques aéreos y terrestres.
El organismo internacional también alertó que la cifra de civiles muertos en Idlib y Alepo aumentó a 298 desde el primer día del año. De dichas muertes, el 93 por ciento fue en manos del gobierno sirio y sus aliados.
Bachelet pidió una vez más el cese al fuego en las principales ciudades de Siria y los alrededores con la finalidad de poner un alto a la crisis humanitaria cuya atención es cada día más difícil para los organismos internacionales, ya que desde el 1 de diciembre 74 centros sanitarios dejaron de operar en Idlib y Alepo. Al noroeste de Siria sólo funciona la mitad de 550 hospitales.
-Fin de nota-
NTX/I/DFG/MRG
