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El caos de la India

Durante los primeros minutos que estuve en la calle en Nueva Delhi, me sentí como en casa: era la hora pico y no avanzamos ni dos kilómetros en media hora
06 de Noviembre 2017
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Todo era tan familiar. Por la ventanilla pude ver a cientos de personas que caminaban o esperaban el autobús, otras sorteaban los coches que daban vuelta sin preocuparse por lo que encontrarían en su camino, y cientos de ciclistas se abrían paso entre los vehículos detenidos que permanecían ahí sin respetar carriles o distancias entre ellos. Aquello parecía la Ciudad de México. Pero no. Acababa de llegar a la capital de la India.

Lo único diferente que noté fue la enorme cantidad de motocicletas que circulaban en todos sentidos a toda velocidad mientras sonaban su claxon a discreción, sonido que, en conjunto, crea un concierto de bocinazos que le dan a la India una de sus principales características a nivel mundial.

Este es el paisaje urbano que se repite en las grandes ciudades de esa nación, un país con dramáticos contrastes y que, al menos en sus ciudades importantes, parece tener algunas semejanzas con México. Al ver el tráfico de sus calles, no dejé de pensar que ese podría ser el futuro de otros lugares, como la Ciudad de México.

No somos tan diferentes

La estampa del embotellamiento, enmarcada por puentes vehiculares y camiones de transporte público hasta el tope que vi en la India es muy común en muchos lugares de la Ciudad de México, como Pantitlán o Iztapalapa, y especialmente en la zona conurbada, como Ecatepec, Cuautitlán, Naucalpan, Tlalnepantla o Tultitlán. De hecho, en tono de broma, subí un video a mis redes donde decía que ese paisaje me parecía conocido, punto en el que coincidieron muchos de mis contactos que de inmediato lo compararon con el Metro Toreo, la zona de Observatorio o algunos lugares de ciudades importantes, como Acapulco o Tijuana.

En esa zona de Nueva Delhi donde me encontraba, muy cercana al aeropuerto, los peatones también me parecieron similares a los de muchos lugares de México, ya que debían caminar por calles sin banquetas o cruzar una vialidad confiando en que los autos se detuvieran cuando los vieran. Si no lo hacían así, no llegarían nunca a ningún lado.

Y es que, al menos en la forma de manejar, parece que México y la India tienen coincidencias. Un estudio realizado por la empresa alemana Kfzteile24, dedicada a la venta de piezas automotrices en línea, clasificó a las mejores y peores ciudades para manejar, esto con el fin de analizar la movilidad en 100 grandes urbes del mundo y así estimular a que se implementen políticas que mejoren la vialidad en ellas. Se consideraron factores como los niveles de congestionamiento, opciones de transporte, costo del estacionamiento, niveles de contaminación, velocidades promedio y número de accidentes.

Así, en el top 10 de las peores ciudades para manejar hay tres ciudades de la India: Calcuta, Mumbai y Bangalore, que ocupan los lugares 1, 5 y 6, respectivamente. Y en esa lista, la Ciudad de México se encuentra en el sitio 9. Así que mi percepción inicial no estaba tan equivocada.

Ese ranking detalla que, en México, hay 66 % de tránsito, el cual alcanza una velocidad promedio de 28.2 kilómetros por hora; en Calcuta, hay 69 % de tránsito y 18 kilómetros por hora. Así que, efectivamente, no somos tan diferentes.

Nuevas tecnologías

Los niveles de contaminación también son parecidos en ambas naciones. En la India, donde viven más de 1 300 millones de personas, cada año mueren 1.2 millones a causa de las emisiones contaminantes en su territorio. Mientras que en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, se estima que 20 000 muertes anuales se deben a la contaminación del aire (9 600 de ellas en el Valle de México).

La diferencia es que en la India, el gobierno tiene planes de dejar de vender combustible hacia el año 2030 y estimular la fabricación y venta de vehículos eléctricos, además de invertir con el propósito de ampliar su capacidad de producción de energías renovables. Sin embargo, en cuanto a número de autos, no dicen mucho sobre lo que harían para disminuirlo. Es decir, habrá autos más ecológicos, pero no se plantea disminuir la cantidad de los coches en circulación.

En el área metropolitana de la Ciudad de México y en Nueva Delhi hay alrededor de 20 millones de personas, aunque en la capital mexicana, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, circulan 4.7 millones de vehículos, mientras que en la capital india se estima que hay aproximadamente 9 millones.

Aquí también mi percepción fue cierta; hay más coches en la India que en México.

Las motos

La cantidad de motocicletas que circulan en todas direcciones y a toda hora domina el paisaje de las calles en la India. Se estima que en ese país cada año se registran 17.7 millones de estos vehículos, mientras que en México se registraron 3.3 millones en 2016.

Y es que la motocicleta en la India, además de que tiene una tradición arraigada, es también un medio de transporte sumamente útil por las distancias que hay que recorrer y por el tamaño de algunas calles, a las que solamente se puede tener accedo en este tipo de transporte. De hecho, otros automotores característicos de la India son los mototaxis verdes con amarillo que también cooperan en gran medida con el caos vial de sus ciudades.

Cabe señalar que, en ese país, las motos no circulan sobre los carriles; cuando lo hacen, no respetan la dirección de estos, no se detienen en las esquinas y pueden transportar hasta tres o cuatro personas. ¿Casco? Es un lujo.

Tras las contingencias ambientales de la Ciudad de México, hay quien ha propuesto que las motocicletas serían una buena opción vial, pero al ver la anarquía con la que circulan en la India, habría que reconsiderar la opción.

El transporte público

Por alguna razón, mi mente tenía el cliché de las personas que viajan sobre el techo de los trenes indios, sin embargo, en la ciudad encontré autobuses como los que circulan en México, inclusive con mejores condiciones y tamaño que muchos microbuses que recorren el Valle de México.

Para los viajeros, subirse al transporte público en la India es una especie de experiencia extrema que vale la pena vivir aunque, pensando como ciudadano, no es nada cómodo; de hecho, hay algunos sectores sociales que dejaron de usarlo hace años a fin de sustituirlo por el automóvil. En México pasa algo similar, ya que viajar en Metro o en Microbús en ciertas horas y en ciertos lugares no es sólo incómodo, sino que es indigno y hasta inseguro.

Así que, en cuestión de movilidad, México y la India tienen muchas similitudes, las cuales habría que observar de cerca con el propósito de que los mexicanos no lleguen a esos extremos, aunque para mí ese caos vial fue como ver el futuro. Ojalá que no sea así.

 

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