Revista Cambio

Evitar las ciudades

Yang Liu es una joven que ha vivido durante algunos años en ciudades como Hangzhou o Delian, China, pero decidió regresar a su pequeña localidad en la norteña montaña Changbai, debido a la contaminación. Sabe que esta decisión costará parte de la educación de sus hijos porque no contarán con la preparación que tendrían si vivieran en una ciudad.

La contaminación del aire que padecen las principales zonas urbanas de China se ha convertido en una importante razón para que muchos jóvenes sopesen la posibilidad vivir en zonas más saludables. Esta tendencia crece día con día mientras China lucha por abatir los índices de contaminación.

Para este 2017, la zona que conforman Hebei, Beijing y Tianjín –municipio costero unido a la capital– tiene el compromiso de reducir en una cuarta parte las partículas con diámetro inferior a 2.5 micras en relación a las que existían en 2012.

Sin embargo, mientras se logran esas metas, los habitantes de las zonas metropolitanas deben portar cubrebocas, de los cuales han proliferado 

los estilos y las formas, e instalar en sus casas purificadores de aire.

Por ello Yang decidió regresar a su casa en Changbai, donde se dedica a la apicultura junto con su esposo y el resto de su familia.

Se trata de una vida tranquila y simple, en la cual ninguno de sus dos hijos ha tenido la necesidad de usar jamás un cubrebocas.