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Menú ecológico

26 de Noviembre 2017
slow food
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El modelo de producción de agricultura industrializada que ha sido utilizado durante los últimos 70 años constituye una de las principales causas del cambio climático y al mismo tiempo las consecuencias que acarrean ponen en peligro la producción alimentaria.

Si no se toman medidas para reducir las emisiones globales hacia el año 2100 la temperatura terrestre podría aumentar unos 4° C y provocaría que mil millones de personas se queden sin agua, dos mil millones sufran hambre y la producción de maíz, de arroz y trigo se desplomaría en un 2% cada 10 años.

Actualmente hay 868 cocineros de restaurantes, hosterías, bares y cocinas de 20 países distintos quienes apoyan a productores de pequeña escala que protegen la biodiversidad utilizando a diario en su cocina alimentos como frutas, verduras y quesos producidos localmente.

Los investigadores coinciden en que si el calentamiento se estabiliza en una marca de +2°C, un escenario que aun así conllevaría efectos negativos, todavía https://make-essay.net/custom-writing-service lifehack lifehack sería “aceptable” para nosotros y las futuras generaciones.

Por ello Slow Food promueve un nuevo modelo de producción y consumo en todo el mundo a través de la comunicación, la educación alimentaria y diversos proyectos.

Leer: La revolución se cocina… a fuego lento

Se trata de una asociación eco gastronómica con la campaña “Menú para el cambio” en Chengdu, China la cual relaciona la producción y el consumo de alimentos con el cambio climático.

Más: Menú para el cambio

Un informe de Oxfam estima que —de no producirse ningún cambio sustancial— hacia el año 2030 los precios de los alimentos podrían subir alrededor de un 70-90% y el efecto potencial del cambio climático podría subir el precio del maíz, el trigo y el arroz en un 120-180%.

¿Cómo?
Ante el sistema de agricultura industrializada y producción masiva de alimentos procesados, con gigantes que no respetan la salud y el bienestar de los ciudadanos “somos las multitudes quien con nuestras acciones podemos generar impactos y ejercer presión para que quienes toman las decisiones se den cuenta de que son las personas de la sociedad civil las que al implementar mejores hábitos de consumo, de compra y de producción influyen para cambiar el modelo en el que estamos viviendo”, ejemplificó Andrea Amato, Coordinadora de la oficina de América Latina y el Caribe de Slow Food.

Para el segundo reto “¡Cocinemos soluciones para un futuro mejor!” la Red Slow Food México se sumará a la campaña internacional a través de las actividades que cocineros, cocineras y productores que cultivan y transforman alimentos buenos, limpios y justos realizan como apoyo para mitigar el cambio climático.

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