Por Guadalupe Vallejo Mora. Enviada
Tlahuelilpan, Hgo., 24 Ene (Notimex).- Al dolor que significa la pérdida o búsqueda de un familiar luego de la explosión en un ducto de Pemex, está el tener que informar a mujeres embarazadas, adultos mayores y menores de edad de esa lamentable noticia, afirmó la directora general del Sistema DIF Estatal, Patricia Marcela González Valencia.
Para ello, personal profesional del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del estado apoyan a las familias que así lo han requerido, a notificar del fallecimiento o desaparición de algún familiar, luego de la tragedia ocurrida el 18 de enero.
“Hay familiares que nos han pedido acompañarles y dar la noticia a mujeres embarazas, esposas o parejas de desaparecidos (…) y, la parte aún más complicada, es acompañar a madres de familia a darles la noticia a los hijos de un desaparecido o menores de edad”, dijo a Notimex.
Comentó que en el caso de dos menores de edad, donde ambos padres se encuentran en calidad de desaparecidos, se ha otorgado todo el apoyo a la abuela materna, aunque también los familiares han estado cerca y al pendiente de ello apoyándoles no sólo de forma económica sino emocional.
Además de apoyo psicológico y si bien se les ha ofrecido la ayuda económica, lo que más les interesa es conocer el paradero de sus familiares.
“La señora dijo, en este momento lo que quiero es que me ayuden, a que si de verdad, tanto si mi hija y mi yerno se encuentran en los cuerpos (encontrados en el lugar de la tragedia y que aún no han sido identificados) me ayuden con los gastos funerarios”.
González Valencia comentó que ese apoyo lo tienen garantizado, como se ha otorgado a quienes se les ha entregado el cuerpo de un familiar.
Refirió que psicólogos y tanatólogos han atendido a cerca de 500 personas que han requerido de su apoyo, ya sea que visiten su domicilio o bien, que acudan a la Casa de la Cultura local donde se instalaron de manera permanente tras la emergencia derivada de la explosión de la toma clandestina de Pemex.
En un principio, comentó, los familiares se negaban a levantar una carpeta de investigación porque era como aceptar que su familiar hubiera fallecido; “luego de que levantó (la carpeta de investigación) como desaparecido, se negaban a aportar la prueba genética porque era como aceptar dejar de buscar entre los vivos y aceptar buscar entre los muertos”.
Y, una vez que aportaron la prueba genética, “se niegan a aceptar una ayuda inmediata, quieren vivir su duelo, para ellos es necesario. Ahorita no me hablen de apoyos, yo no busco apoyos, no vengo a eso, yo quiero que me ayuden a saber qué pasó exactamente con mi familiar”.
De tal suerte que es importante dejar que vayan procesando la información, porque la tragedia cumple apenas seis días, “entonces, es necesario que sigamos platicando con la gente” para apoyarlos de manera individual, pues cada caso es diferente.
La titular del DIF estatal adelantó que en los próximos días se implementarán acciones que involucrara a diversas dependencias como la Secretaría de Educación Pública (SEP), dado que hay alumnos cuyo familiar estuvo involucrado en la tragedia.
“Se deberá seguir con esta labor psicológica para intentar que regresen a una vida lo más normal posible. Ya no será normal después de esta tragedia para los habitantes de este municipio, pero debemos intentar poder orientarlos para que puedan lograrlo lo más pronto posible”, planteó.
Además, dijo, se apoya a personas que entran en crisis nerviosa, que enfrentan diferente tipo de conducta dado su estado emocional o de ánimo.
Refirió que en situaciones tan difíciles como las que vivieron los tlahuelilpenses, es muy importante una contención humana porque en ocasiones hay quienes, sin ser los familiares directos, incitan a una conducta social inapropiada.
“Cuando vivimos una tragedia colectiva, es muy fácil que si alguien empieza a incitar una exigencia –sin fundamento, desde luego-, obviamente contagia a toda la comunidad y empiezan a tener manifestaciones de conducta social inapropiadas”, expresó.
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