Periodismo imprescindible Viernes 19 de Abril 2024

Emprendimiento con identidad

Un puñado de chicos han hecho de Mérida, Yucatán, 
su patio recreativo con Baktun Labs, empresa independiente dedicada al diseño de videojuegos donde apuestan 
por la gamificación y el aprendizaje entretenido
08 de Julio 2018
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POR MIRIAM CANALES

Ideado como un proyecto universitario y sometido a un procedimiento posterior de incubación en 2016, Baktun Labs se especializa en desarrollo de software, aplicaciones móviles y servicios web. Su propósito es modificar los procesos internos y externos de las empresas, transformar las prácticas monótonas en ágiles y entretenidas. Ellos apuestan por la parte lúdica en la que los videojuegos permitan tener una interacción más efectiva con su personal. La gamificación procura fomentar hábitos entretenidos, cumplir metas sin volverlas tediosas, promover una necesidad de recreación, educar e inculcar hábitos positivos no sólo para niños y jóvenes, también para grandes corporaciones.

Al considerar estas premisas, Baktun Labs ha generado Chokisimo, Boxito y Ochiya Zarigüeya, este último funciona como un informador cultural encargado de divulgar novedades, curiosidades y otros detalles de entretenimiento que ya ha ganado popularidad y más de 11 000 seguidores en Facebook. “Se trata de tener una interacción con las personas y una experiencia con el personaje. A nosotros nos sirve de ejercicio de cómo son mejores las relaciones humanas y cómo brindar algo positivo a la sociedad”. Sus juegos se encuentran disponibles en Google Play y en Apple, aunque en esta última compañía han encontrado mayores dificultades para ubicarlos, dadas sus exigencias y altos estándares de calidad.

Si bien su plataforma no cuenta con un CEO como tal, tienen una distribución democrática de cuatro cabezas creativas, todas ellas programadores, mercadotecnistas o desarrolladores de profesión. Sus integrantes son: José Jaime Negrete Chinchilla, cofundador, programador y representante legal; Luís López Hernández, Miguel Bolívar Cimé, ambos cofundadores y programadores; y Diego Alberto Zetina Sosa, cofundador y diseñador. Ellos han emprendido la aventura de ser la única start up yucateca bajo este rubro tecnológico cuyo camino es a veces espinoso, y otras, fructífero. “De los cuatro tomamos una decisión para apoyar tal cosa, a todos nos permiten aportar algo, vamos retroalimentándonos”, mencionan Diego y Luis en entrevista.

Sus videojuegos refieren a íconos culturales de sus raíces merideñas o vecinas, combinadas con dosis de humor, como Chokisimo, un héroe local cuya misión es recuperar la Flor de la Feria de Tabasco secuestrada por Cholos, personaje inspirado en Chico Ché. Mientras que Boxito es un plomero que promociona una ferretería local que remite a una especie de Mario Bros del sureste. “Los tabasqueños son muy divertidos y queremos que a futuro La Flor de Tabasco, un evento social muy grande, sea vista. Este juego es por la idea de divertirlos, sin embargo, aunque parezca gracioso, para ellos es importante, es parte de su identidad y les gusta exponerlo. Es como acá en Yucatán que nos gusta mucho la jarana”.

No obstante, su aplicación más exitosa a nivel comercial es una llamada Ositos Cariñositos y sus amigos en Nueva York, con 100 000 descargas digitales, bajo una encomienda bilingüe y resaltando las culturas mixtas. Con 30 juegos en su haber, incorpora más de 1 500 palabras en inglés y español con el objetivo de instruir a los niños, además incluye conceptos básicos de matemáticas, aprendizaje social y emocional. El cliente que propuso este proyecto buscaba resaltar esta ciudad estadounidense, pero imponiendo las culturas foráneas –latinas y asiáticas– vinculándolas en un espacio en común. De este modo, rompen con el estereotipo de que un juego debe ser forzosamente violento para ser redituable.

Estos chicos conservan la actitud del emprendimiento, y reconocen las dificultades que implica estar en un rincón geográfico apartado de una metrópoli cosmopolita. Aunque, por otro lado, de esta manera tienen el reto de generar una industria local pionera: “En Yucatán es un poco más difícil que una persona o empresario te diga: ‘Va, sí, va’. A pesar de todo hemos estado picando piedra y ganando que la gente voltee a vernos y diga: ‘Tal vez no me arriesgue al 100, pero sí que otros conozcan mi empresa por otro tipo de cosas’. A nosotros nadie nos dijo que esto iba a funcionar, pero aquí ha sido nuevo. Ha sido un poco difícil, pero lo hemos logrado y esto nos ha ayudado para compartir con estudiantes. No hay un terreno probado aquí”.

Con el fin de permanecer en su estado, uno sus objetivos es vincular a otros jóvenes universitarios para que contribuyan, y así evitar una fuga de cerebros. “Hay que meterles la iniciativa a los jóvenes, la sociedad ya está abriendo esa oferta de las animaciones; generar industria también se puede y vender esos productos a pequeñas y medianas empresas también se puede”. Sin perder la esperanza de encontrar otros clientes y seguir explotando el potencial de la gamificación, es como se aventuran con el propósito de llegar a buen puerto.

Como próximo proyecto, Baktun Labs planea un juego llamado Countdown; es sobre lucha libre –se consideran aficionados–, aunque no buscan que sea otro más sobre este deporte, sino que reivindique la identidad nacional: “Queremos que hable de la cultura mexicana, pero que tenga más diversidad para las nuevas generaciones, que tenga cosas coloridas y fantásticas, no enfocarlo al teléfono móvil sino a las consolas. Queremos compartir otros personajes, la identidad de un luchador y que la gente lo disfrute”. De este modo, mediante la vinculación, la creatividad y la innovación, Baktun Labs busca aportar sus ideas y peculiar estilo.

Yucatán se caracteriza por su comida, sus “bombas” y sus raíces mayas, y ahora los videojuegos aportan un sabor muy folclórico.

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