POR EQUIPO CAMBIO*
Fotos: Érik Meza
Las primeras encuestas de salida ese domingo 1 de julio vaticinaban lo que se anunció durante semanas previas: el candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador, ganaría por más de 10 puntos contra sus contrincantes José Antonio Meade del PRI, Ricardo Anaya del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, y Jaime Rodríguez, independiente.
Sin esperar a que cayera más la noche, o la lluvia, decenas de miles de capitalinos comenzaron a llegar poco a poco a la plancha del Zócalo en la Ciudad de México, a pesar que desde el inicio de la Copa del Mundo el lugar fuera utilizado para que los espectadores disfrutaran los partidos de futbol.
De manera improvisada, salían por la calle 20 de Noviembre familias completas, con menores y grupos de amigos con el propósito de situarse frente al escenario que servía hasta ese momento como pantalla gigante en el que se proyectan las justas del Mundial 2018. A diferencia de otros eventos que se programan en el Zócalo, esta vez no hicieron falta filtros de seguridad para que la gente pudiera acceder.
Paulatinamente, el Zócalo se fue tapizando de vendedores de “pejeluches”, muñecos con figura de AMLO cuyo precio oscilaba entre los 100 y 150 pesos. Había globos que semejaban al candidato de la coalición Juntos Haremos Historia con la banda presidencial, banderas con la leyenda del partido al que Andrés pertenece, Morena, y así ondeaban esas, como unas de México y hasta de la comunidad LGBTTTIQ+.
Los cánticos rebasaban, entre pausas, al mariachi que llegó al escenario: “¡No estás solo, no estás solo!”, gritaban hacia el montaje improvisado como templete donde la pantalla ya programaba mensajes que anunciaban que Andrés Manuel sería presidente. “¡Es un honor estar con Obrador!”, era otra consigna que retumbaba entre el Palacio Nacional y la catedral.
Jóvenes, gente de mediana edad, adultos mayores, sin importar la edad, algunos tomaban pareja para bailar al “Son de la negra” o cantar como si fuera un 15 de Septiembre el “Cielito lindo” que los mariachis entonaban desde el escenario.
Tipo de cambio
La cotización del tipo de cambio por esos momentos oscilaba entre 19.70 y 20.30 pesos por dólar, es decir, a la baja frente a los días anteriores. El mercado se estabilizó luego de las elecciones presidenciales en México, sobre todo gracias a que no hubo confrontaciones entre los candidatos, estimó Banco Base.
En las redes la gente celebraba y otros lamentaban la pérdida de su candidato predilecto, pero la conversación versó sobre ese tema a pesar de que al otro día la selección mexicana jugaría contra Brasil y los nervios también calaban.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2018 hay etiquetados 150 millones de pesos para el proceso de transición presidencial, los gastos que erogaría el equipo del presidente electo con el fin de garantizar un cambio de sexenio ordenado, que dé continuidad a los programas y tareas oficiales.
Además, con el discurso que dio Andrés Manuel después de que los tres contrincantes perdedores ofrecieran un mensaje a los medios admitiendo su derrota y declarando como ganador al candidato por Morena, la situación se tranquilizó. El presidente Enrique Peña Nieto también felicitó a los mexicanos por participar en la jornada electoral y reconoció que se llevaron, en su mayoría, de manera tranquila y ordenada.
Entonces Andrés Manuel habló sobre reconciliación, sobre no implementar una dictadura, libertad de expresión, libertad de asociación, de creencias y el apego al orden institucional establecido para realizar cambios. Un discurso que repitió con mayor detalle en el Zócalo, a donde cientos de personas lo siguieron desde Avenida Juárez para alcanzar a escucharlo.
Fue una jornada que implicó que la ciudadanía se involucrara desde las 7 de la mañana hasta más allá de las 18:00 horas para dar fe de que lo que estaban haciendo quedaba en sus manos y de nadie más, que estuvo pendiente de los resultados y que da pie a que desde el 2 de julio todos participemos en más procesos democráticos.
*Laura Cordero Melgarejo, Elizabeth Palacios, Estefanía Camacho y Carlos Tomasini.
