México, 28 Feb (Notimex).- Las políticas migratorias aplicadas en Estados Unidos durante las últimas dos administraciones han generado más violaciones a los derechos humanos, impulsados por un “odio racista patrocinado por el Estado”, sostuvo el investigador David Scott FitzGerald.
Al presentar el estudio “Amenazas a los derechos de las personas migrantes en Estados Unidos”, el investigador de la la Universidad de California, San Diego, dijo que gran parte de estos abusos empezaron desde épocas anteriores pero empeoraron en la administración actual.
Ello, abundó, además de que muchos migrantes, por miedo, no aceptan participar en encuestas, lo que hace más difícil detectar la magnitud del problema.
Aún así, dijo que a partir de los datos obtenidos del Departamento de Seguridad del Interior, así como de organizaciones no gubernamentales y autoridades locales, se ha podido detectar que los problemas que enfrentan los migrantes son impulsados principalmente por el “odio racista”.
Según el estudio, existen evidencias de abusos directos a derechos civiles de personas migrantes y que se han apreciado en las políticas de separación de niños y niñas de los padres, practicas policiacas discriminatorias, abusos contra migrantes detenidos y políticas informales alimentadas de odio.
El académico advirtió que en los últimos dos años ha aumentado el número de crímenes a consecuencia del discurso antilatino y antumusulman emitido por la Casa Blanca.
Esto afecta de manera directa e indirecta a una población cercana a los 36 millones de personas mexicanas que radican en Estados Unidos y de las cuales 11 millones nacieron en México, mientras que el resto ya son nativas de la Unión Americana, precisó.
Aclaró que aunque estos problemas no son exclusivos de la presente administración, lo cierto es que se recrudecieron a partir de que Donlad Trump asumió el poder, al convertir su retórica de odio como el “corazón de la política migratoria”.
Sostuvo que el resultado final es una política que busca terminar con el estatus de protección a migrantes, limitar el acceso al proceso de asilo en garitas de la frontera sur y prohibir la entrada a habitantes de países musulmanes.
Asimismo, expuso, se han reducido las cuotas de países refugiados, se ha hecho más lenta la entrega de visas en países controlados, y se ya impulsado la construcción de un muro fronterizo, incluso mediante la amenaza de retirar fondos federales.
El investigador aseguró que ha habido una política muy dura contra ciudades santuario, las cuales, pese a todo esto, mantienen su apoyo a los migrantes que llegan o viven en ellas, pues consideran que son un motor importante de la economía estadunidense.
El estudio se enfoca en particular en la condición que enfrentan los migrantes durante el periodo de los presidentes Barack Obama y Donald Trump, aunque subraya que es en esta última en la que se han incrementado los abusos contra migrantes.
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