Revista Cambio

Puentes para los negocios

Por Patricia Retana

 

Construir puentes firmes entre las 750 000 tiendas de abarrotes contabilizadas en la Ciudad de México –primero con precios competitivos que les permitan ganancias inmediatas, capacitación mediante talleres o soluciones prácticas para el micronegocio, y después con la creación de una red con los tenderos como protagonistas– es el objetivo de Tenoli, que no por casualidad significa “puente” en náhuatl.

Rodrigo Sánchez Gavito nació en México y fue mientras estudiaba una maestría en Desarrollo Internacional en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, que conoció a Thomas Ricolfi, un estudiante nacido en Francia. Ambos coincidieron en su interés por los microempresarios y por la economía local en los barrios marginados. Así, se dieron cuenta de que podían crear una solución que diera herramientas de competitividad a las pequeñas tiendas de esquina que hoy en día enfrentan el avance de grandes cadenas de tiendas de conveniencia. Y es que cada vez que abre un OXXO, cierran en promedio cinco locales de barrio.

Rodrigo y Thomas invitaron a Nicolas Carayon, también francés y especialista en emprendimiento social, quien se sumó al equipo fundador de Tenoli en abril de 2014.

Hoy estos tres emprendedores millennials capitalizan su experiencia en cuatro centros operativos ubicados por orden de aparición en Santa Cruz Meyehualco, delegación Iztapalapa; Agrícola Oriental, delegación Iztacalco, en la Ciudad de México; así como en Metropolitana y Maravillas, dos colonias del municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México. En ellos engloban una red de 900 tiendas activas que ya reciben en forma gratuita talleres de capacitación y otras herramientas que les brindan más alternativas para ser competitivas, de esto se benefician cerca de 2 700 personas.

Para Rodrigo “el reto es generar confianza desde el primer contacto con los tenderos, hoy dejamos de pedirles que acudieran a capacitarse, e iniciamos con el beneficio inmediato que generan las compras colectivas a través del Club Tenoli”. Y es que, a través de esta red, los tenderos pueden comprar al mayoreo, con mejores precios y eso ha generado mucho más interés para también atraer a nuevos socios comerciales que les permitirán ampliar su cartera de productos.

“Cuando concebimos la idea sabíamos que tener una red de microempresarios podría ser poderoso y que agregaría valor a las empresas y a la economía en general”, señala Sánchez Gavito.

“Nosotros únicamente los coordinamos, y no sólo es compra, compra y compra, también ellos tienen la oportunidad de capacitarse en contabilidad, y recibir asesoría en temas como acceso a micro créditos, asuntos legales, administración de negocios, además del acceso a nuevos productos que las tienditas puedan vender e incluso ellos mismos pueden proveer”, resume Hugo Sánchez Martínez, coordinador general de los centros Tenoli.

 

LA RUTA

Pero, ¿cómo eligen en qué lugar vale la pena abrir un centro Tenoli? Hugo lo explica:

“Después de realizar estudios sociodemográficos y un estatus de la zona comenzamos a trazar escuelas, plazas, Oxxos, Seven, supermercados y vías de comunicación, para evaluar si es una opción operar con Tenoli, repasamos el número de tiendas de conveniencia a detalle, luego, elegimos el lugar a establecer el centro, y arrancamos con las visitas a los tenderos, así se estableció Maravillas”.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía les regala mapas donde pueden  ver dónde se concentra el mayor número de comercios, así es que aterrizan en el trabajo de campo. Realizan entrevistas con los comerciantes de la zona y eso los orienta hacia dónde abrir un nuevo centro.

“Decidimos una zona, donde nos integramos por tres meses, sin hacer nada más que estar con ellos, nos acercamos a los vecinos, localizamos colaboradores del lugar quienes nos apoyarán a ubicar las primeras tiendas para acercarnos con la propuesta de mejora en sus ingresos de hasta un 20 por ciento”.

El primer Centro en Santa Cruz fue un reto; el segundo, Agrícola, una experiencia en la diferenciación de perfiles de tiendas y saber que no para todos es Tenoli. Metropolitana les ofreció el ensayo para Maravillas, donde comenzaron con un equipo mucho más grande.

“Actualmente estamos en el proceso de dividir 2017 en semestres, con dos estrategias, la primera en la consolidación de Maravillas como modelo a replicar, ya que en el tiempo de operación logramos ventas en el 60 % de las visitas, lo más alto en nuestro récord. Consolidar el Club en las cuatro células, con la fórmula de los talleres y el crecimiento dentro del portafolio de más y mejores socios proveedores hacia enlatados y productos de limpieza para incrementar el ticket de compra”.

Luego al final del semestre pretenden abrir de golpe tres centros más,  para después estabilizarlos y abrir otros tres durante el último trimestre del año, todos en la zona de Iztapalapa por la gran cantidad de tiendas de abarrotes que existen en esa demarcación. En el mediano plazo avanzarán hacia la delegación Gustavo A. Madero, apoyados en la ventaja operativa de las rutas cercanas de entrega.

Para ser sostenibles, necesitan añadir más tiendas a la red, “con esto el modelo económico se fortalece, porque hay más descuentos, entonces los ingresos aumentan, y en proporción tendremos mayor impacto social, mejores condiciones para todos, en precios, comisiones, e ingresos para más familias. Al final de lo que se trata es crear una red eficiente en el modelo de negocio y para el modelo social”, explica Sánchez Gavito.

 

EL RESULTADO

Es la mañana de un miércoles normal en Iztapalapa, justo en el mercado Félix Cuevas de Santa Cruz Meyehualco, donde arranca el proceso de distribución de dulces a 65 de las 300 tiendas/socios Tenoli. Azucena Orduña, vecina del mercado y gerente del centro, acomoda los tickets de compra acordados apenas el lunes por el equipo de ventas, mientras otro grupo de colaboradores sitúa el producto sobre el mostrador.

Cinco bicicletas están listas para cargar la mercancía y distribuirla a los tenderos beneficiados con el descuento de la compra al dulcero, socio comercial, también beneficiado por el ingreso inmediato de 65 tiendas unidas por Tenoli, una de ellas, la de María Teresa Alonso.

“Quién no va a querer integrarse con alguien que se preocupa por nosotros, que nos orienta y nos ayudan con detalles como limpieza y color, ellos saben escuchar, ahora hay mucha competencia y por eso hay que mejorar”, relata la comerciante.

Además, cuenta muy orgullosa la idea de Memo, su hijo, quien apoyó en la alianza con Peñafiel, “a quienes ahora les compramos en volumen a cambio de mejores descuentos”.

“Es claro, ellos hacen los contactos y nos los ponen para conseguir mejores precios, si logramos comprar entre 200 tenderos a cinco productos por tienda  ya son 1 000 de un jalón, esto no se compara con los 300 que pueda comprar OXXO en la zona”, nos explica Jesús Navarro, esposo de María Teresa.

Tenoli es así, una empresa social que busca fortalecer a las microempresas y a las familias que son dueñas de estas, al tiempo que se tiene un modelo de negocios sostenible, escalable y replicable. Rodrigo aclara que un emprendimiento social es una empresa, que a diferencia de una ONG, no depende de donativos para funcionar, sino que utiliza el mercado para ofrecer sus productos o servicios y así tener un modelo que sea sostenible.