Cuántas veces hemos ido al supermercado a comprar sin importar el largo del ticket, y si vemos que el pago es parecido a lo que regularmente gastamos, entonces nos despreocupamos por la cantidad de productos. La segunda pregunta es cuando tenemos que tirar a la basura alimentos que llevan mucho tiempo en el refrigerador. ¿Por qué la necesidad de creer que abundancia es tener un refrigerador lleno? Cuánta comida desperdiciamos en algo que no vamos a ingerir.
Por otra parte, el desperdicio de alimentos lo consideramos cuando los que son aptos para el consumo humano son desechados o utilizados con otro fin.
La cifra en México de pérdida y desperdicio de alimentos asciende a 30 000 toneladas anuales; esto es derivado de varios factores, pero en especial de la ineficiencia del transporte y del almacenaje, ya que muchos alimentos son rechazados por los comercios debido a desperfectos en el empaque, o al alto grado de madurez en los productos no procesados, como frutas, verduras y carnes.
Los países, en especial los que estamos en vías de desarrollo, debemos adoptar medidas que nos permitan maximizar la utilización de los alimentos. Así se puede abordar uno de los focos rojos más prioritarios: la pobreza y la desnutrición.
Los números son muy sencillos: una persona podría desembolsar en alimentos el 10 % de su ingreso mensual, es lo recomendado por los asesores financieros. Si adicionalmente hacen un gasto en restaurantes, es una causa del porqué nos sobra comida. Las familias mexicanas llegan a pagar hasta el 20 % de su ingreso en compras en el supermercado, más un 10 % adicional en restaurantes. Esto quiere decir que destinan una tercera parte en alimentación (México es el primer lugar en obesidad infantil en el mundo). Las empresas de este sector son muy felices en nuestro país por cómo crece el valor de sus acciones, mientras el bolsillo y la salud de los mexicanos va en detrimento.
Una recomendación es tratar de programar un plan de comida para la semana, comprar sólo lo que se va a consumir –no es la mejor idea tener alimentos almacenados por si se nos antoja, nuestra casa no es un restaurante. Otra sugerencia: tenemos que pensar en nuestras compras y comparar el gasto entre alimento y su relación en gramos, no nos dejemos impresionar por el marketing y los números. Llevemos una lista de lo que vamos a comprar, las tiendas están diseñadas con el propósito de incentivar el consumo. Otra recomendación más consiste en buscar opciones de consumo local, de esta forma podríamos ver un beneficio para la economía de las familias mexicanas, además, puede apoyar directamente la economía del país.
*Asesor financiero especializado en fintech y coaching financiero.
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