RIO DE JANEIRO (AP) — El presidente brasileño Jair Bolsonaro deja a un lado los manuales de diplomacia internacional y muestra abiertamente su rechazo a Cristina Fernández de Kirchner a unos meses de las elecciones presidenciales de Argentina.
El mandatario ultraderechista de Brasil ha expresado buena sintonía con su par argentino, el conservador Mauricio Macri, y el viernes dijo durante una celebración por el día del diplomático en Brasilia que tiene miedo de que Argentina pudiera “convertirse en una nueva Venezuela” si Fernández resultara vencedora en los comicios de octubre.
Fernández, quien gobernó entre 2007 y 2015, no ha anunciado una eventual candidatura, pero hay encuestas que la perciben como la principal rival de Macri –quien busca reelegirse– en caso de que lo hiciera.
“Además de Venezuela, la preocupación de todos nosotros debe volver un poco más al sur, hacia la Argentina, por quién podrá volver a comandar ese país. El mundo entero no quiere otra Venezuela más al sur del continente”, aseguró Bolsonaro.
Macri, calificado en varias ocasiones como un “amigo” por Bolsonaro, fue uno de los primeros mandatorios que visitaron al presidente brasileño luego de que asumió el poder en enero pasado.
Desde el jueves Bolsonaro ya había expresado su rechazo hacia Fernández en una transmisión por redes sociales. “Yo espero que nuestros hermanos argentinos tomen consciencia. Si a Macri no le está yendo bien, paciencia. Hay que luchar para que mejore, pero Cristina Kirchner no puede volver”, advirtió.
La expresidenta y actual senadora por Buenos Aires, el mayor estado de Argentina, posee varias causas por corrupción abiertas en la justicia. Este mes enfrentará junto a un exfuncionario de su gobierno su primer juicio oral por presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas.
Bolsonaro insistió en que la expresidenta, de afinidad ideológica con el izquierdista Partido de los Trabajadores, estuvo vinculada con los exmandatarios brasileños Luiz Inácio Lula da Silva —preso por corrupción– y Dilma Rousseff, destituida en 2016.
Argentina es un fuerte aliado comercial de Brasil en la región. Bolsonaro reconoció dificultades económicas en el país vecino, pero dijo que “los efectos” de una vuelta del kirchnerismo “serán para todo el pueblo argentino y para nosotros también”.
Los líderes de Argentina y Brasil han mostrado buena sintonía en los últimos meses y lideraron en el cono sur la condena al gobierno de Venezuela, al que calificaron como una “dictadura”.
El presidente brasileño visitará Argentina el 6 de junio por primera vez desde que fue electo.
