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¿Emergencia en frontera sur de EEUU? Aumenta el escepticismo

21 de Abril 2019
AP Photo,Donald Trump visita un muro en la frontera con México en Calexico, California, el 5 de abril del 2019. Con sus exageraciones y sus pasos en falso, el presidente estadounidense está perdiendo credibilidad en el tema da la inmigración, sobre todo entre los demócratas, que ya no le creen y no están dispuestos a colaborar en la búsqueda de soluciones mientras no cambie de rumbo. (AP Photo/Jacquelyn Martin, File)
AP Photo,Donald Trump visita un muro en la frontera con México en Calexico, California, el 5 de abril del 2019. Con sus exageraciones y sus pasos en falso, el presidente estadounidense está perdiendo credibilidad en el tema da la inmigración, sobre todo entre los demócratas, que ya no le creen y no están dispuestos a colaborar en la búsqueda de soluciones mientras no cambie de rumbo. (AP Photo/Jacquelyn Martin, File)

WASHINGTON (AP) — Cuando Donald Trump dijo el año pasado que había una crisis en la frontera sur de Estados Unidos, sus palabras causaron conmoción.

Sus afirmaciones no comprobadas acerca de “gente del Medio Oriente desconocida” y hacendados que encuentran alfombras para orar en sus tierras, no obstante, fueron recibidas con cierta suspicacia por los demócratas y otros sectores, que las consideraron bravuconerías con fines electorales.

Ahora, seis meses después, los pronunciamientos del presidente causan nuevamente escepticismo por más que la situación en la frontera se haya deteriorado. Legisladores de ambos partidos coinciden en que hay una emergencia humanitaria y que las autoridades y las organizaciones sin fines de lucro no están en condiciones de procesar decenas de miles de familias centroamericanas que buscan refugio en Estados Unidos.

Es el típico caso del niño y el lobo.

No llama la atención que el público se muestre escéptico, según el representante demócrata Pete Aguilar. “Hay una crisis humanitaria y creo que se pueden tomar ciertas medidas. Lamentablemente, el presidente nunca fue un mediador honesto. No se ajusta a los hechos”.

Trump y varios miembros de su gobierno llevan años acusando a los demócratas de negarse a colaborar con ellos para eliminar lo que describen como las “lagunas” legales que hacen que los migrantes intenten el peligroso cruce de la frontera sur y restringen la capacidad del gobierno de devolverlos a sus países.

“Los demócratas en el Congreso deben volver de sus vacaciones y cambiar las Leyes de Inmigración, o la Frontera, a pesar del gran trabajo que hace la Patrulla de Fronteras, va a empeorar”, dijo Trump en un tuit el miércoles.

Los legisladores demócratas y activistas, por su parte, sostienen que después de años de comentarios incendiarios y partidas en falso, hay poca voluntad de cooperación con Trump en un tema que le ha sido esquivo al Congreso por décadas. El mandatario, afirman, acabó con la buena voluntad que podía haber, al tiempo que dejó en claro que no está realmente interesado en posibles soluciones.

Muchos acusan al presidente de explotar el tema con fines políticos para movilizar a su base y al electorado en los comicios presidenciales del 2020.

Los demócratas dicen que la amenaza de Trump de enviar a los migrantes a “ciudades santuario” en las que no los persiguen, en un esfuerzo por castigar a sus rivales políticos, es el ejemplo más acabado de por qué no confían en su gobierno.

“El problema es que convirtió esto en un tema político. Busca una revancha política”, manifestó la representante demócrata Nanette Barragán. Añadió que a los demócratas les encantaría poder colaborar con la Casa Blanca para abordar este problema, pero no en las circunstancias actuales.

“Si realmente le interesa la frontera sur y lo que está pasando allí, entonces hay que cambiar estas políticas, la retórica tiene que cambiar”, declaró.

El legislador californiano Aguilar dijo que si la Casa Blanca fuese seria, propondría proyectos para que el Congreso los analizase y debatiese.

Los detractores de Trump dicen que en lugar de buscar un consenso, Trump se ha limitado a lanzar ideas que empeoran las cosas. Incluida la suspensión de la ayuda a los países centroamericanos de los que se van los migrantes, aceptar pedidos de asilo solo en los puertos de ingreso legales, lo que alienta a los migrantes a intentar cruzar ilegalmente por otros sitios, y amenazar con cerrar completamente los cruces fronterizos con México, algo que tendría el mismo efecto.

“El problema es que lidiamos con un gobierno que no quiere una solución”, manifestó el representante demócrata Rubén Gallego. Sostuvo que el gobierno podría hacer mucho más por resolver la crisis inmediata, incluida la incentivación para que la gente pida asilo desde sus países de origen y no tenga que emprender el recorrido hacia el norte; dedicar más recursos a las instalaciones que reciben a los migrantes y contratar más jueces de inmigración para que tomen los casos acumulados.

Hay quienes proponen la movilización de FEMA (la Agencia Federal de Manejo de Emergencias) y de la Cruz Roja para que ayuden a ofrecer vivienda y atención médica a los migrantes, igual que cuando hay desastres naturales.

“Las soluciones no son tan difíciles”, expresó Gallego.

Trump, en tanto, sigue diciendo que las personas que piden asilo son gente peligrosa que trata de aprovecharse del sistema de inmigración estadounidense.

“Mire a algunas de estas personas; quieres protegerlas. Y ellos dicen ‘necesitamos que nos protejan de nuestro país’”, dijo Trump esta semana. “Es una gran farsa. Eso es lo que es”.

“La retórica de Trump envenena el pozo e impide cualquier acuerdo”, destacó Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, una organización liberal que promueve una reforma a las leyes de inmigración, que tomó distancia de Trump cuando este desconoció un acuerdo bipartidista del 2018 que hubiera amparado a los miles de jóvenes sin permiso de residencia que fueron traídos de niños a Estados Unidos.

“Explota el caos para sacar provecho político”, dijo Sharry.

Acotó que le cuesta hablar de “crisis” para describir la situación porque es un término con una gran carga política.

“Lo que hay es una emergencia relacionada con los pedidos de asilo”, expresó.

La Casa Blanca no respondió a pedidos de comentarios el miércoles. Pero en África, Ivanka Trump, hija del presidente y una de sus principales asesoras, declaró a la AP que “no hay una solución única a este problema”.

“Tenemos una crisis humanitaria de proporciones épicas en nuestra frontera sur”, señaló. “Esto lo va a tener que resolver el Congreso, aprobando leyes que nos permitan garantizar la seguridad de nuestras fronteras y que hay ayuda humanitaria adecuada y alivio para quienes tratan de conseguir asilos legítimos en nuestro país”.

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Los reporteros de la Associated Press Alan Fram, Colleen Long (Washington) y Catherine Lucey (Abiyán, Costa de Marfil) colaboraron en este despacho.

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Colvin está en https://twitter.com/colvinj

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