PANAMA CITY BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — El presidente Donald Trump prometió el miércoles una rápida infusión de ayuda federal al extremo noroccidental de Florida luego de que el huracán Michael lo azotara hace siete meses, al tiempo que exhortó a sus partidarios a que lo ayuden a ser reelegido.
Trump se dirigió a una multitud de miles de personas en un anfiteatro al aire libre, esmerándose en animar a sus seguidores en esta región confiablemente republicana del estado a medida que acelera sus estrategias rumbo a los comicios de 2020.
Los fondos federales de emergencia para el área golpeada por el huracán de categoría 5 y para otras partes se han visto bloqueados en una disputa en Washington en torno a la oposición de Trump a la entrega de más ayuda a Puerto Rico por la destrucción que causó el huracán María.
“Recibirán su dinero de una forma u otra”, le prometió Trump a sus partidarios en Panama City Beach, sosteniendo una gráfica en la que se mostraba la ayuda federal de emergencia destinada a Florida, Texas y la isla caribeña. “Y no vamos a permitir que nadie lo retenga”.
Trump hizo una gira de la victoria tras la publicación del informe sobre el empleo la semana pasada, el cual mostró que la desocupación en Estados Unidos se encuentra en su nivel más bajo en una generación, y le dio crédito de ello a sus recortes a los impuestos y a las reglamentaciones.
El senador republicano Marco Rubio, que acompañó al mandatario a Florida a bordo del avión presidencial, dijo que los comicios de 2020 serán un referendo en torno a si se permitirá que los demócratas reviertan políticas de Trump, como por ejemplo la reforma fiscal.
“Estas elecciones son acerca de revertir todo eso”, afirmó. “Son acerca de retroceder en todo eso”.
En su discurso, el presidente dijo también a sus seguidores que no se preocupen por las conversaciones de esta semana entre negociadores chinos y estadounidenses, incluyendo su amenaza de aumentar los aranceles sobre casi todas las importaciones desde China a finales de semana. “Ellos rompieron el acuerdo” en el diálogo destinado a rebajar la tensión en la guerra comercial que dura ya un año, señaló.
“No pararemos hasta que China pare”, declaró Trump. “La era de la rendición económica terminó”.
Antes en el día, Trump supervisó las tareas de recuperación y los daños todavía visibles causados por la tormenta del año pasado, y anunció que el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano concedería ayudas por 448 millones de dólares al estado para responder a huracanes.
“Ya les hemos dado miles de millones de dólares y hay más en camino”, afirmó Trump.
La zona había recibido alrededor de 1.100 millones de dólares en ayudas federales hasta mediados de abril, pero los desacuerdos en Washington han provocado que muchos sigan teniendo problemas para recuperarse del paso del meteoro.
Trump repitió su afirmación de que se gastaron 91.000 millones de dólares en Puerto Rico, y dijo de forma errónea que fue el programa federal de ayuda para desastres más cuantioso de la historia. Según la Casa Blanca, la cifra ofrecida por el presidente incluye alrededor de 50.000 millones en futuros desembolsos para desastres que podrían ejecutarse a lo largo de varias décadas, además de los 41.000 millones ya aprobados. La ayuda real a Puerto Rico ha sido lenta desde algunos departamentos y la isla ha recibido apenas 11.000 millones de dólares por el momento.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la diputada demócrata por California Nancy Pelosi, dijo que su grupo volvería a abordar esta semana un paquete de ayudas de 17.200 millones de dólares, con más fondos para estados del centro y sur del país afectados recientemente por tormentas. Pero añadió que los senadores republicanos estaban más comprometidos con “hacer daño a nuestros compatriotas estadounidenses en Puerto Rico más que con ayudar a comunidades en todas partes”.
“Mientras, el presidente ha doblado la insensibilidad de los republicanos” demorando los pagos de ayudas a la isla, agregó Pelosi.
