Revista Cambio

Accesibilidad del transporte público solo en papel

A diario, las 526 mil personas con discapacidad que habitan en la capital, cifra estimada por el Gobierno local, se enfrentan a un sistema de transporte que no satisface sus necesidades y los excluye.

Hilda Laura Vázquez, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y promotora de los derechos de quienes tienen una discapacidad, conoce muy bien estas deficiencias.

Hace tres años dejó de usar el transporte público, luego de sufrir un accidente que le lesionó la cadera y le provocó discapacidad motriz.

Desde entonces, para ella subir o bajar escalones de camiones y pasar por los pasillos de los microbuses se hizo casi imposible.

Además también es ciega y por ello conoce lo que pasan quienes usan bastón, muletas, sillas de ruedas o perros guía al viajar por la ciudad.

Para Hilda, las autoridades solo dan atole con el dedo a las personas con discapacidad pues dicen cumplir con parámetros de accesibilidad.

“Piensan que el transporte en la Ciudad de México con hacerlo gratuito es accesible”, menciona respecto a las cortesías otorgadas por la Secretaría de Bienestar Social (Sibiso).

Un ejemplo de que la accesibilidad solo queda como un artículo en la ley se refleja en la información que el Órgano Regulador de Transporte (ORT) le proporcionó a Reporte Índigo.

A través de la respuesta a la solicitud de información folio 0328500016420, el ORT indicó que de 22 empresas operadoras de corredores de transporte solo una, Covisur, tiene 34 unidades con plataforma de acceso para transportar personas con discapacidad.

Las restantes, 21 empresas que operan más de mil 700 unidades, solo cuentan con camiones en los que se definen los asientos preferentes.

No obstante , el ORT afirma que cumple con lo estipulado en el artículo 9 fracción I de la Ley para la Integración de Personas con Discapacidad.

“El derecho de preferencia: Al uso de los lugares destinados a las personas con discapacidad en transportes y sitios públicos, el cual significa que los lugares pueden ser utilizados por otras personas en tanto no haya una persona con discapacidad que lo requiera.

“Dichos lugares deberán estar señalizados con el logotipo de discapacidad, con base en lo dispuesto por esta Ley, acompañado de la leyenda Uso preferente”, detalla el artículo 9 de la ley citada.

Hilda señala que si las autoridades piensan que las cortesías o los asientos preferentes son garantes de la accesibilidad, están violando los acuerdos de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad a la que México se suscribió en 2008.

“El Gobierno tiene un compromiso, firmó un documento en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y debe garantizar nuestro derecho a la movilidad”, menciona.

TRANSPORTE EN EL LIMBO

El transporte público concesionado, los microbuses y las vagonetas representan otro obstáculo para las personas con discapacidad.

En la capital, de acuerdo con información dada a conocer en febrero de 2019 durante el anuncio del Programa Integral de Transporte Público Concesionado, circulan 28 mil microbuses y la mayoría rebasa los 25 años de antigüedad

Carlos Favela, director del Proyecto Inclusión de la UNAM, considera que todos los microbuses, camiones y vagonetas son inaccesibles para las personas con discapacidad y necesitan ser renovados con principios de inclusión universal para todos los usuarios.

“Se debe pensar en que un transporte con accesibilidad universal debe ser fácil de abordar para todos y se deben hacer cambios desde la infraestructura hasta las unidades”, señala.

Hilda Laura afirma que las condiciones actuales del transporte público concesionado son malas para cualquiera, pero para personas con discapacidad son indignantes.

La mujer señala que en las unidades de dicho medio tampoco existe un espacio para sillas de ruedas y sus chóferes son insensibles.

“Para darles la licencia deberían acreditar un curso para tener un trato con personas con discapacidad. No preferencial, el correcto”, declara.

Carlos Favela considera que tanto las empresas operadoras de corredores de transporte como los propietarios de las unidades concesionadas, deben seguir el ejemplo del Metrobús.

Explica que las estaciones de las 7 líneas del Metrobús cuentan con rampas de accesibilidad universal y sus autobuses cuentan tanto con asientos preferentes como con espacios específicos para silla de ruedas.

Añade que incluso una de sus líneas, la 4, que va de Buenavista a San Lázaro, opera con autobuses de piso bajo, lo que facilita el ingreso de personas con discapacidad.

METRO, DIFÍCIL LLEGAR A SUS ESTACIONES

La diputada local, Jannete Guerrero Maya, presentó dos puntos de acuerdo durante 2019 para llamar al Sistema de Transporte Colectivo (STCMetro a procurar la accesibilidad universal.

Uno en noviembre de 2019, para que las autoridades de la Secretaría de Movilidad y el Metro garantizaran el acceso de las personas con discapacidad a la estación del Metro Pantitlán, ante las malas condiciones del lugar.

Otro en febrero de 2020, para que el Metro informe sobre las acciones tomadas a favor de las personas con discapacidad.

Se debe pensar en que un transporte con accesibilidad universal debe ser fácil de abordar para todos y se deben hacer cambios desde la infraestructura hasta las unidades

– Carlos Favela

Director del Proyecto Inclusión de la UNAM

Guerrero Maya explica que ambos llamados se deben a que ingresar a las estaciones del medio de transporte es complicado para una persona con silla de ruedas o muletas.

La diputada informa que el Metro respondió a sus puntos de acuerdo dándole a conocer que en la red existen 179 elevadores en 76 estaciones en beneficio de 72 mil 400 personas.

No obstante, considera que no es suficiente si llegar a la estación es complicado