Por José Luis Simón
Mexicali, 18 Feb (Notimex).- Esta noche es de esperanza, ilusión y fe para las esposas y demás familiares de los jugadores de Soles de Mexicali, porque sueñan con celebrar el cuarto título en la Liga Nacional de Baloncesto Profesional (LNBP).
Esta noche se enfrentan Soles y Fuerza Regia de Monterrey en el séptimo y definitivo juego por la corona de la temporada 2019/2020, en un partido que estará lleno de tensión y nervios y más en las esposas y familiares de los jugadores y cuerpo técnico.
“Felices de competir, de compartir esta final; felices porque es el trabajo que después de siete meses por fin llegó el día y esperemos que esta noche Soles de Mexicali, al igual que todo el auditorio, pues siga dando de sí, con todo el corazón, como el gran equipo que es”, expresó Stephanie López.
Ve que esta noche llega el definitivo juego con la ilusión de triunfo como en cada juego, salvo que el de hoy es ya por el trofeo. “Definitivamente es la fe y el amor que le tenemos a nuestro equipo de color naranja, así que tenemos fe en que todo se va a ver reflejado con un triunfo y un campeonato”.
Compartió que le va a Soles, primeramente, porque es “cachanilla” y, segundo, porque su marido juega en el equipo: el delantero José Estrada, quien porta la playera número dos.
“Aquí estamos unidas las esposas de los jugadores, el coach y sus asistentes. Estamos aquí toda la familia y aquí también están todos los chiquitos que son como primitos y de esta forma compartimos los momentos especiales”.
A su vez, Laura Murasaya, esposa de Luis Ramírez, el segundo asistente, dijo estar muy emocionada y a la espera del triunfo de un equipo súper unido, que ha trabajado muy fuerte y la familia está en la grada para impulsar al conjunto.
“Siempre los apoyamos y aquí estamos con todos los niños. En esta final vivimos con muchos nervios, gritamos, brindamos y es increíble todos los sentimientos que vivimos”, declaró sentada en la grada de los familiares.
Por su parte, Catrina, hija del entrenador Iván Déniz, vive esta noche con mucha emoción, alegría y con la fe de que el equipo puede ganar el anhelado trofeo. “Estamos a un paso de la cuarta estrella y aseguro que hoy sí se puede”.
Por dentro se encuentra tensa y muy nerviosa, porque puede haber varios errores que hasta le van a dar ganas de meterse a la cancha. “Mi padre es otro en la cancha, es muy concentrado y un muy apasionado que siempre sabe lo que hace”.
Ángelica Delgado, esposa del coach Iván Déniz, compartió que le queda entender que su mente está en el juego, todo el tiempo, no nada más cuando está en el juego. “Siempre se despierta temprano, piensa cómo jugar, qué elementos poner y después de cada juego sigue pensando en lo que hizo y en lo que no hizo”
Abundó que es difícil entenderlo, pero resulta gratificante cuando se ve lo que logra, lo que trabaja para estar hasta donde ha llegado y “en lo personal me siento parte de eso. Es difícil, pero vale la pena”.
Con las manos sudorosas, Delgado comentó que al final de los partidos de la serie contra Aguacateros de Michoacán terminó en el hospital porque se le subió la presión, razón por la cual ahora estaba preocupada. “Me pongo muy nerviosa y en las finales es cuando lo vivo más complicada”.
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