Las enfermedades crónicas no transmisibles son afecciones de larga duración con una progresión generalmente lenta, como el cáncer, y cobran la vida de 36 millones de personas cada año.
De acuerdo con el gerente de Health Economics & Market Access de Johnson & Johnson, Olivo Omar Zanela García, aunque la tasa de mortalidad por enfermedades crónicas no transmisibles ha disminuido, la calidad de vida de quienes las padecen se ha deteriorado, y además generan un impacto negativo en el crecimiento y desarrollo económico de un país.
Y es que estas enfermedades generan discapacidades, bajas en la productividad y jubilaciones tempranas.
“La persona que desarrolla estas enfermedades no trabaja al 100 % de su capacidad debido a su condición: tiene que acudir al médico constantemente, el peor escenario es que no vaya a trabajar. Al tener personas que no están al 100 % de su productividad, el crecimiento económico de un país es limitado”, indicó.
Carmen Báez / Conacyt Prensa