3231
Latinoamérica (Latam) es la región más desigual del mundo, afirma Laís Abramo, directora de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), y por desigual no sólo se refiere a ingresos, sino a la inequidad en el ejercicio de derechos, a la disparidad en el desarrollo de capacidades y autonomías y a la desigualdad de género, étnica, racial, territorial.
Esta postura se confirma en el informe anual Panorama social de América Latina 2016, donde se demuestra “la complejidad y las múltiples dimensiones de la desigualdad social en América Latina y el Caribe, y cómo estas dimensiones se entrecruzan, se potencian y se encadenan a lo largo del ciclo de vida de las personas, creando un desafío enorme para nuestra región”, dice Abramo.
El documento también aborda las profundas desigualdades que viven poblaciones como las afrodescendiente e indígena en todas las áreas del desarrollo social.
En América Latina viven aproximadamente 46 millones de personas de pueblos indígenas y 130 millones de afrodescendientes. Según estas estimaciones, uno de cada cuatro latinoamericanos es indígena o afrodescendiente, por lo tanto no se puede hablar de igualdad, superación de pobreza o de la agenda de derechos sin considerar de manera muy clara su situación.
El estudio considera la desigualdad social como un desafío fundamental y un obstáculo para el desarrollo sostenible, y recomienda a todas las naciones de la región que trabajen en el perfeccionamiento de los instrumentos de recolección de datos, con miras a un mayor uso de la información que permita realizar las desagregaciones necesarias a fin de esclarecer las situaciones que afecten de manera diferente a hombres y a mujeres durante todo el ciclo de vida, y en las diferentes situaciones socioeconómicas y territorios.