Italia ha decretado este domingo el cierre de discotecas y otros espacios de baile al aire libre, incluidos los de las playas, para frenar el aumento de contagios de los últimos días (han pasado de 200 a más de 629 en una semana). Eran los únicos locales nocturnos que quedaban abiertos: los que tenían espacios exteriores. Según las asociaciones del sector, estos establecimientos, que pudieron abrir el 15 de junio, representan entre el 10% y el 30% de la oferta. El resto lleva clausurado desde finales de febrero. En abril, el Ejecutivo anunció que probablemente volverían a abrir a finales de julio, pero ni la situación interna ni la internacional lo han permitido.
Ahora, Italia, con una cuarta parte de los contagios de España, ha decidido cerrar el ocio nocturno al completo, apenas dos días después de que Madrid anunciara una decisión similar. La medida estará en vigor al menos hasta el 7 de septiembre. “Las cifras de contagios en Italia, aunque están entre las más bajas de Europa, están en aumento. No podemos permitir que se desperdicien los sacrificios que se han hecho estos meses”, señaló el ministro de Sanidad, Roberto Speranza. Y añadió: “Nuestra prioridad debe ser reabrir las escuelas en septiembre con total seguridad”.
Este domingo, el país transalpino registró 479 nuevos contagios y cuatro fallecimientos en las últimas 24 horas. En total, Italia contabiliza 253.915 casos, de los que 35.396 han fallecido.
Regiones contrarias
Según señalaron los medios locales, la mayoría de las regiones se han mostrado contrarias al cierre y ha pedido a Roma que se introdujeran otras medidas alternativas menos tajantes como la limitación de horarios o de aforo. “No podemos utilizar a las discotecas como chivo expiatorio del aumento de contagios. Es un sector productivo fundamental”, ha dicho en la televisión pública, la Rai, Massimiliano Fedriga, gobernador de Friuli-Venezia Giulia. El Gobierno, en cambio, ha decidido seguir las recomendaciones del comité científico que lo asesora, que en los últimos días había manifestado su preocupación por el repunte de los contagios.
La intención del Ejecutivo ha suscitado el rechazo de las principales organizaciones de ocio nocturno. El Sindicato Italiano de Locales de Baile ha calificado la decisión de abuso y ha señalado que el sector afrontará pérdidas de hasta cuatro millones de euros.
El Gobierno además ha decidido imponer la obligatoriedad de utilizar mascarillas, también al aire libre, desde las seis de la tarde a las seis de la mañana en todo el país, “cuando exista el riesgo de que se produzcan aglomeraciones”.
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