Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Vilar inmortal

Un digno representante de la tradición argentina en las porterías mexicanas le dice adiós a las canchas
05 de Diciembre 2016
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La historia del futbol mexicano tiene muchos protagonistas a lo largo de su historia, pero sin duda uno de ellos es la figura del portero argentino debajo de los tres palos de los clubes campeones.

El máximo exponente de esta figura fue Miguel Marín, el Supermán del Cruz Azul que llegó en la década de los 70 para conquistar cinco títulos con la Máquina y ser recordado como un héroe en la historia cementera.

Junto a Marín, Ricardo La Volpe destacó con el Atlante, y marcó toda una época con los azulgranas, pero no logró la cantidad de campeonatos que se llevó el Supermán, sin embargo el bigotón logró el campeonato mundial con su selección en 1978 con César Luis Menotti como técnico.

Durante los 80, Héctor Miguel Zelada fue una de las armas principales para que las Águilas del América lograran cuatro de sus cinco títulos, gracias a esto fue considerado como el equipo de la década. El arquero además fue campeón con Argentina en el mundial de México 1986, de la mano de un inspirado Diego Armando Maradona.

Hernán Cristante fue el heredero de esas glorias y con el Toluca logró seis títulos de liga y dos campeón de campeones, lo que le ha valido ser uno de los máximos ídolos de los Diablos Rojos.

En la actualidad la estafeta la tenía uno de los mejores atajadores de los últimos tiempos, que quizá no logró tantos campeonatos, pero en cada club que jugó demostró ser espectacular, constante y muy efectivo; nos referimos a Federico Vilar, que luego de una brillante carrera dice adiós a las canchas.

Federico Vilar nació en la ciudad de Rojas, Argentina, el 30 de mayo de 1977. Desde pequeño mostró grandes cualidades para desenvolverse en la cancha, especialmente en la portería, pues tenía ubicación, liderazgo y buenas manos a la hora de atajar.

Un hombre de familia, casado desde el 2003 con Marina Soledad Tulio, tiene dos pequeños: Camila y Nicolás.

Sus primeras atajadas las logró en el Club Atlético argentino Rojas, para luego viajar a las fuerzas básicas del Boca Juniors, donde pasó siete años de su formación.

Tras jugar en el Almirante Brown de su país un par de años, Vilar llegó a México, y estuvo dos temporadas en divisiones de ascenso, hasta que en 2003 llegó a los Potros de Hierro del Atlante, dirigido por Miguel Herrera.

Su debut profesional en la primera división mexicana fue en un duelo ante Monterrey.

Después de ocho temporadas con el conjunto azulgrana y obtener un título de liga en el 2007, el guardameta se unió a Monarcas Morelia, donde estuvo hasta 2013 y con quienes logró levantar una Copa MX.

Su siguiente destino fue con los Rojinegros del Atlas, donde solo jugó dos torneos, pero dejó bien claro que su calidad como portero era la más alta, destacándose, por más de una década como el mejor portero argentino en nuestro país.

Su última escuadra fue Xolos de Tijuana, donde se reencontró con Miguel Herrera para ser los súper líderes del Apertura 2016, aunque no les alcanzara para el título.

Además de su gran capacidad bajos los tres postes, que le valió ser llamado por Diego Armando Maradona a la selección de Argentina, Vilar era conocido por su buen golpeo al balón y consiguió tres goles de tiro libre con el Atlante en partidos oficiales.

Su primera anotación fue en 2004 ante el Necaxa, mientras que el segundo fue tres años después frente a Cruz Azul; pero el mejor fue el que logró ante el Olimpia en 2008 en la Concachampions.

Luego de 13 años en el futbol mexicano, Vilar se va como el portero menos goleado del Torneo Apertura 2016, así demuestra que es un digno heredero de la tradición argentina de grandes arqueros en México.

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