Periodismo imprescindible Viernes 01 de Noviembre 2024

México ¿unido?

20 de Febrero 2017
Salvador Casanova
Salvador Casanova

Por Salvador Casanova

Ver los acontecimientos a la distancia, le da diferentes perspectivas a un hecho. Del mismo modo que se necesita salir del bosque para verlo. La distancia temporal acomoda los eventos y nos da claridad en los enfoques.

Hace poco más de una semana, organizaciones de todas las corrientes convocaron a la marcha “Vibra México”. La idea era mostrar que la enorme diversidad que es México puede unirse para enfrentar la política de odio visceral de Donald Trump.

La cantidad de convocantes permitía suponer una asistencia nutrida, sin embargo, no fue así. Los conteos favorables señalan una cifra que ronda los 20 000 concurrentes; los desfavorables, apenas 5 000.

Al día siguiente, representantes de los grupos que citaron a la ciudadanía se quejaron ante los medios por la desunión del pueblo de México. A la distancia hay varias lecturas, pero no veo entre ellas la falta de unión de los mexicanos ante una situación adversa. En situaciones apremiantes el pueblo siempre ha dado muestras de unidad que rayan en el heroísmo.

Dos botones de muestra: retrocedan conmigo al 19 de septiembre de 1985. A las 7:19 de la mañana. La Ciudad de México vivió un terremoto de proporciones dantescas. Decenas de edificios cayeron por tierra con gente atrapada dentro de ellos. Las autoridades tuvieron un impasse y no articularon el socorro a tiempo. Los habitantes de la ciudad salimos a ver a quién y en qué podíamos ayudar. La gente  donó alimentos, agua, ropa, cobijas; hubo quienes entraron, jugándose el pellejo, a túneles de escombros para buscar y rescatar a los sepultados vivos. Por varios días todos  dejamos de ser “yo” para ser “México”, y conocimos  historias de valentía y unión generosa.

Para el segundo botón retrocedamos aún más, hasta 1938. Don Jesús Silva Herzog refiere que en ese año las compañías de petróleo extranjeras desafiaron a los tribunales y se negaron a cumplir una sentencia laboral. El presidente Cárdenas buscó conciliar los intereses y propuso un salida, que fue examinada por las petroleras.

Uno de los representantes le preguntó al general Cárdenas:

— ¿Y quién nos garantiza que el aumento será solamente de 26 millones?

El general contestó:

— Yo lo garantizo.

— ¿Usted? –volvió a preguntar el delegado.

— Sí. Lo garantiza el presidente de la República –respondió Cárdenas.

El funcionario rió. En ese momento el presidente Lázaro Cárdenas se levantó y dijo:

— Señores, hemos terminado.

El presidente no toleró que se burlaran de él, pues al hacerlo se burlaban de todo el pueblo de México.

Al otro día se anunció la Expropiación Petrolera. El 22 de marzo se convocó a una marcha de apoyo en la Ciudad de México a la que acudieron más de 100 000 personas. El pueblo de México respaldó a su presidente cuando puso un límite al abuso extranjero.

Hoy, en el momento en que Peña Nieto le canceló a Donald Trump su primera reunión, como respuesta a un tuit inaceptable del norteamericano, México lo respaldó, aunque poco nos duró el gusto. A esto siguió una llamada entre ambos presidentes. En ella Trump dijo que el ejército mexicano tenía miedo de combatir a los narcotraficantes y ofreció su “ayuda”. Ahí el presidente mexicano podría haber replicado que el ejército mexicano ha sido heroico y que tampoco los norteamericanos han hecho su parte para disminuir el consumo de estupefacientes. Pero no lo hizo.

El jefe del Ejecutivo arrastra una cauda de desaciertos y corrupción que lo han debilitado.  Para recuperarse debe demostrar, con una  estrategia inteligente, que está dispuesto a jugársela antes que seguir aguantando las insolencias de Trump. Necesitamos saber que defiende a México, y defenderlo en realidad consiste en poner funcionarios capacitados en vez de incondicionales a modo,  en traer y juzgar a los gobernadores bandidos, en mostrar que el arrepentimiento que confesó ante los medios, por el escándalo de  corrupción en que se vio envuelto, no fue solo una estrategia publicitaria, sino la toma de conciencia de su responsabilidad como presidente de la República.

*Escritor, autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias.

@casanovatiempo

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