En los últimos meses he observado con detenimiento cómo algunas de nuestras colonias en la CDMX constantemente están sobrevaluadas. Usualmente se determina con un múltiplo conocido como price to rent ratio donde calculamos el valor del inmueble promedio, entre el número que se obtenga al multiplicar la renta mensual promedio por 12 (Precio/Renta+12). El resultado nos dará un múltiplo que si es menor a 15, indica que es mejor comprar el inmueble, si está entre 16 y 20, quiere decir que típicamente conviene más rentar que comprar –aunque habría qué hacer más números: costo de la hipoteca, plusvalía esperada en la zona, tiempo que uno planea recidir ahí, régimen fiscal, entre otros–; y si es mayor a 21, definitivamente es mejor rentar.
Curiosamente, en estos años hay ciertas colonias donde todos quieren establecerse, debido a la explosión millennial del estar bien, disfrutar la vida y residir cerca del trabajo, además de la necesidad de sobrevivir en una ciudad caótica en términos de movilidad. En estas urbes, las rentas están sobrevaluadas y tal vez justo por eso sea mejor buscar una oportunidad para comprar. Claro que en este razonamiento no se toma en cuenta el costo del crédito hipotecario, que en México es de los más caros entre los países que integran la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
Una opción que nos podría beneficiar es la de vivir con un roomie, es decir, compartir el lugar que habitemos. Aunque es un término relativamente nuevo, es una opción que te permitirá establecerte cerca del trabajo, compartir los gastos de un departamento, los servicios y no destinar más del 30 % de tu ingreso en una renta. Por benéfico que parezca este fenómeno, está sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. El incremento en esta forma de convivir también lleva un incremento en los precios de los departamentos en ciertas colonias.
Rentar en forma compartida tiene varias ventajas, por ejemplo, si necesitamos movernos de ciudad o incluso de país, no es tan complicado como lo sería si fuésemos dueños de la casa. Por otro lado, si la renta en la zona en la que quieres o necesitas vivir está por encima del 30 % de tu ingreso, compartir te conviene. Si tus ingresos no son tan altos, tal vez te cueste mucho trabajo conseguir rentar pues ten en cuenta que necesitas dejar como depósito el equivalente, al menos, a uno o dos meses de renta, además de pagar una renta adelantada, contar con un aval o una póliza o fianza jurídica –que normalmente también pide una garantía–, y sólo eso te permitirá ser candidato a rentar ese departamento o casa.
Debes calcular también el costo de mover tus pertenencias, revisar si tienes un estacionamiento –si no tienes coche y vas a vivir cerca de la oficina, existe la posibilidad de rentar ese espacio.
Te dejo algunos consejos para encontrar una vivienda digna en la ciudad y no morir en el intento: primero, vuélvete un pionero, es decir, considera moverte a la colonia cercana a la que esté de moda. Segundo, siempre opta por un lugar más pequeño y pregúntate “¿En verdad necesito una sala tan grande si vivo solo?”. Trata de pensar en lo siguiente: si el lugar en el que estás actualmente se redujera a la mitad, ¿podrías estar a gusto? Si es así, es momento de buscar un lugar más pequeño y, por tanto, más barato o mejor ubicado.
*Asesor financiero especializado en fintech y coaching financiero.
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