Periodismo imprescindible Viernes 26 de Abril 2024

Tres anuncios por un crimen

Martin McDonagh presenta un western con todas las de la ley y con héroe incluido, pero en este caso no es el sheriff del pueblo ni el pistolero que viene de fuera, sino una mujer fuerte y temeraria
21 de Enero 2018
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En el corazón del western como género fundacional del cine norteamericano conviven dos fuerzas en eterna batalla: la barbarie contra la civilización. Así, todo western debe mostrar ese debate entre el triunfo de las instituciones (el sheriff del pueblo) contra la ley del talión (los forajidos), el deseo de vivir en paz y armonía contra el caos en el cual sólo los mejor armados sobreviven.

¿Pero qué pasa cuando los papeles se invierten y las instituciones son las que están podridas mientras que los “forajidos”, aquellos a los que la policía reprime sistemáticamente, buscan justicia para ellos y su pueblo?

Sorpresivamente, Tres anuncios por un crimen (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, por su título en inglés), la más reciente cinta de Martin McDonagh (Three Psychopaths) da la apariencia de ser un drama costumbrista con guiños al cine de los hermanos Coen cuando en realidad se trata de un western con todas las de la ley y héroe incluído, que en este caso no es el sheriff del pueblo ni el pistolero que viene de fuera, sino una mujer fuerte y temeraria, Mildred (estupenda Frances McDormand), quien luego de la muerte de su hija y ante la inactividad y torpeza de la policía local se le ocurre la brillante provocación de contratar tres espectaculares de conocida (aunque poco transitada) carretera a las afueras de Missouri donde, tras fondo rojo y grandes letras negras, le pregunta al jefe de la policía local sobre el porqué no han atrapado al violador y asesino que mató a su hija.

El desafío funciona, sin embargo, en vez de que la policía decida ponerse a trabajar, encara a la dura mujer que sólo pide justicia. Torpes, racistas y flojos, así traza McDonagh a este agrupamiento policiaco que prefiere hostigar a una madre divorciada o reprimir a la comunidad negra local que ponerse a investigar. Uno de los agentes, Dixon (Sam Rockwell) es la imagen misma de la policía corrupta: flojonazo, racista, violento, impulsivo y –como para acabarla de amolar– hijo de mami, no dudará en usar la violencia contra Mildred y todo aquel que la ayude.

En contraparte está el jefe del agrupamiento, Willoughby (Woody Harrelson, al tú por tú con McDormand), quien entiende la desesperación de Mildred aunque no puede hacer nada pues tiene pocos recursos.

Pero si esta cinta ha ganado globos de oro y alcanzará la nominación al Oscar por Mejor Película, no es por la trama o los actores de reparto, es por Frances McDormand, cuya actuación está más allá del bien y del mal. Cual si se tratara de una versión femenina y no menos dura de un Clint Eastwood clásico, Mildred no cejará hasta que alguna de las autoridades atrape al asesino de su hija, así tenga que comprar tres carteles que la dejen en la ruina o liarse a golpes con aquellos que se sienten “ofendidos” por sus acciones: desde el cura local, el dentista del pueblo, los compañeros de escuela de su hijo o incluso su exesposo, que la dejó con el propósito de irse con una joven y tonta mujer de 22 años.

Ambiciosa, tal vez demasiado según los alcances de un McDonagh que no ha superado su ópera prima (In Bruges), el guion del propio director recula al final luego de estupendos 90 minutos de un western emocionante, violento y hasta emotivo, para extrañamente decidirse por la ruta condescendiente, donde los malos (aquel racista irredento vuelto policía) encontrarán mágicamente la redención.

Esa resolución termina aniquilando al personaje de Mildred, quien toda la película busca justicia para luego simplemente conformarse con algo de venganza al más puro estilo del viejo oeste. Lo que empieza como una dura crítica a la américa profunda (la que votó por Trump), termina en un anodino panfleto de tolerancia ramplona frente al racismo y demás radicalismos.

Es una lástima, porque la actuación –dura, emocionante, sin freno– de Frances McDormand merecía definitivamente una mejor película. 

Three Billboards Over Ebbing, Missouri

Dirección y guion: Martin McDonagh.

Producción: Martin McDonagh, Ben Knight. EU, 2017.

Fotografía: Ben Davis.

Edición: John Gregory.

Con: Frances McDormand, Sam Rockwell, Woody Harrelson, entre otros.

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