Periodismo imprescindible Viernes 26 de Abril 2024

Las huellas 
de la privacidad

13 de Mayo 2018
rogeliosegoviano
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Entre las palabras nuevas que muchos de nosotros hemos aprendido en los últimos años –porque antes no existían y ahora hasta en verbos se han convertido–, la mayoría tienen que ver con el ámbito de desarrollo tecnológico: tuitear, hackear, postear, whatsapear, estalkear, googlear, zapear y un muy largo etcétera.

Estos nuevos términos se han adaptado y convertido en parte de nuestro léxico cotidiano. Sin embargo, una de esas palabras que apenas conocí es trackear, que define el seguimiento de las pistas, huellas o rastros digitales que se dejan en los dispositivos electrónicos, y se usan, básicamente, para conocer los gustos, la personalidad, el estilo de vida y hasta los hábitos de la gente. Dicho de otra forma, trackear es invadir la privacidad.

De acuerdo con especialistas, nuestra privacidad en Internet es nula, pues somos parte de un mercado, y las compañías ven a los usuarios de la web como clientes potenciales, de ahí que utilicen sus datos personales a fin de trackearlos y conocer qué y en qué momento venderles sus productos. Además, como casi nadie lee los términos y condiciones cuando ingresan a un portal en la red, la mayoría acepta, sin saberlo, que permite el acceso a gran parte de la información que hay en sus smartphones, computadoras, tabletas y otros dispositivos.

Privacidad, la obra de teatro protagonizada por Diego Luna y Luis Gerardo Méndez, desarrolla justo dicho tema, mediante al cual enfatiza que gracias a las nuevas tecnologías, las empresas saben si estamos alegres, tristes o enojados; conocen mejor que nosotros mismos nuestros hábitos de consumo, por eso saben qué ofrecernos a cada uno.

Otro ejemplo de cómo se realiza el trackeo se presenta en algunos capítulos de la serie distópica Black Mirror, creada por el británico Charlie Brooker en 2011 y que se transmite en streaming en la plataforma Netflix. La referida serie, cuyo nombre alude a las pantallas negras que tenemos y usamos todos los días, no sólo preve lo que nos deparará el futuro con el abuso de la tecnología, también presenta historias sobre la invasión a la privacidad.

Por ejemplo, en el tercer episodio de la primera temporada (“Toda tu historia”), las personas pueden tener grabada su vida y guardarla en archivos, pues se les han insertado una especie de chip en la cabeza, con el que pueden reproducir experiencias pasadas. Es como si trajeran una cámara de video en los ojos. De esta manera, cuando quieren recordar un momento de su vida, solamente se meten a esa “nube de información”, buscan ese archivo y listo.

La propuesta resulta tan interesante, que el actor Robert Downey Jr. adquirió los derechos con el objetivo de adaptarla al cine. Y para que no se crea que son historias sin fundamento, la compañía Sony ya registró una patente de lentes de contacto que pueden grabar todo lo que vemos y lo transfieren a un dispositivo de almacenamiento, con el propósito de que el usuario  acceda fácil y rápidamente a sus grabaciones.

Otra serie que aborda el fenómeno del trackeo es 
Mr. Robot, protagonizada por los actores Rami Malek y Christian Slater. Esta producción nos ofrece la historia de un experto en seguridad informática de una importante compañía, que además forma parte de un grupo clandestino de hackers (hacktivistas, se hacen llamar) que están en contra del sistema y de las grandes compañías que controlan el mundo. La serie –ya en su tercera temporada– muestra la forma en que pueden ser monitoreadas todas las actividades de una persona, sólo con seguir las huellas digitales que deja, sin importar que se vulnere su privacidad.

*Periodista especializado en cultura.

@rogersegoviano

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