GINEBRA (AP) — La corte suprema de Suiza rechazó una apelación del ex secretario general de la FIFA Jerome Valcke contra una suspensión de 120 años del futbol mundial por corrupción.
La decisión fue publicada el viernes y muestra que Valcke, de 58 años, había argumentado que su castigo fue excesivo y que se le negó un juicio justo en el Tribunal de Arbitraje del Deporte.
A Valcke se le ordenó pagar 18.000 francos suizos (17.900 dólares) por costos de cortes federales y 20.000 francos suizos (19.900 dólares) a la FIFA.
La FIFA dijo en una declaración que saluda “el fallo del Tribunal Federal Suizo” sobre su ex director de marketing y máximo administrador.
Valcke sigue siendo sujeto de dos procesos penales iniciados por fiscales federales suizos. Una investigación ética de la FIFA fue iniciada en septiembre del 2016 sobre salarios y bonificaciones pagados a altos funcionarios.
Valcke, mano derecha del entonces presidente de la FIFA Joseph Blatter desde el 2007 hasta septiembre del 2015, había apelado un fallo del tribunal del deporte de ratificar su suspensión de la FIFA y una multa de 100.000 francos suizos (99.500 dólares).
El comité de ética de la FIFA lo acusó en relación con la venta irregular de boletos para la Copa del Mundo, violaciones de gastos, incluyendo el uso personal de aviones privados, y tratar de destruir evidencia.
Valcke, que niega las acusaciones, le dijo al tribunal del deporte que siempre siguió las recomendaciones de Blatter al tomar un vuelo privado a las eliminatorias para la Copa del Mundo del 2018 para evitar el riesgo de arresto.
La evidencia emergió en amplias investigaciones de fiscales federales estadounidenses y suizos, que fueron reveladas en mayo del 2015. Esas causas sacaron a una generación de líderes del fútbol de la FIFA y de organismos continentales en Europa y las Américas.
Los procesos suizos continúan, e incluyen una acusación de que Valcke fue sobornado por ejecutivo de televisión qatarí Nasser al-Khelaifi con el uso de una propiedad de lujo en Italia en la negociación de un acuerdo de transmisión.
Al-Khelaifi, presidente del campeón francés Paris Saint-Germain, fue implicado en el caso en el 2017 y rechaza las acusaciones.
