Simón es el nombre de mi gatita; es una hembra, y cuando nació no sabíamos su sexo, así que elegimos ese nombre y con ese nombre se quedó. Es mi despertador a las 5 de la mañana porque quiere más croquetas. No imagino mi vida sin ella, pero si llevan a un cachorro a casa de visita, mi corazón se divide en dos.
Definitivamente, las mascotas complementan nuestra vida y se convierten en parte de nuestra familia, pero, ¿qué hay de todas esas especies silvestres que también comparten espacio con nosotros en la ciudad?
Recordemos que las ciudades no están habitadas exclusivamente por los humanos. Convivimos con cientos de especies en un entorno diverso; a algunas las vemos y a otras las ignoramos, unas nos despiertan ternura y a otras las repelemos; incluso hay otras que sólo conocemos cuando son noticia porque se extinguieron.
Y es que los humanos no estamos haciendo mucho con el objetivo de conservar las especies silvestres. Muchos animales urbanos han modificado su comportamiento para adaptarse a entornos donde hay contaminación acústica y lumínica. Sí, ellos han tenido que adaptarse porque nosotros seguimos invadiendo su hábitat.
Ante esto, el equipo de CAMBIO salió a la calle con el fin de buscar a Rosario Manzanos, una bióloga que por años ha denunciado el grave deterioro en el que se encuentran la flora y la fauna en todo el país; y aunque la posibilidad de recuperar los hábitats que hemos destruido en las ciudades es casi nula, aún quedan esperanzas: un grupo de británicos lo demuestra con un manifiesto por la vida silvestre.
Como no todo es destrucción y extinción, te contamos los programas que tiene Experiencias Xcaret, una empresa que, además de sus parques naturales y de aventura en la Riviera Maya, también trabaja en la conservación de su entorno.
Ahora, aprovechando que estamos hablando de animales y humanos, te tengo una noticia: esa manera en que ligas no está muy alejada de un comportamiento animal, y si lo dudas o te ofendes, te recomendamos leer el artículo donde comparamos el cortejo y apareamiento sexual de los animales con el de los humanos, verás que no somos muy diferentes.
También, entre otras historias, te contamos la de Benito, un perrito asustadizo cuyo pasado aún no está del todo claro, pero que actualmente recibe ayuda con el propósito de que deje de huir de las patinetas que ruedan cerca de él o de los señores que cargan cajas.
Recuerda, antes que nosotros, estaban aquí muchas especies. Es momento de comenzar a respetar su hábitat para que la próxima vez que hablemos sobre animales silvestres no sea porque se extinguieron.