Periodismo imprescindible Viernes 26 de Abril 2024

El museo 
de la mariguana

04 de Diciembre 2017
Rogelio Segoviano
Rogelio Segoviano

A mediados de 1985, el empresario y filántropo holandés Ben Dronkers, junto con su amigo Ed Rosenthal, abrió en el barrio rojo de Ámsterdam el Hash Info Museum, el primer y más importante museo del mundo dedicado al Cannabis sativa, también conocido como cáñamo o mariguana. La idea de contar con un museo de esta índole era, principalmente, informar a la gente la importancia del hachís y la mariguana, no sólo en los coffee shops de Ámsterdam, sino como un fenómeno natural y cultural en todo el planeta. Además, funcionaría como un centro de conocimiento que facilitaría la investigación científica en torno a esta milenaria planta.

Apenas un día después de su apertura oficial, el museo fue cerrado por orden expresa del ministro de Justicia de Holanda. Sin embargo, Ben Dronkers nunca se rindió ni bajó la guardia, y no sólo consiguió que una semana después el museo fuera reabierto, sino que con todo el escándalo mediático que se suscitó logró que miles de personas en writingyouressay.com https://kiteessay.com/essay-writing-service custom essay writing service toda Europa supieran de la existencia del lugar. Un par de años más tarde este centro de información fue rebautizado con el nombre de Hash Marihuana & Hemp Museum (Museo del Hachís, Mariguana y Cáñamo).

Aunque la esencia del museo continúa hasta la fecha, con el paso del tiempo el lugar ha crecido y poco a poco se ha ido transformado para mejorar los servicios que ofrece, pues no sólo exhibe una colección única de 12 000 diferentes objetos ligados al cannabis –muchos de los cuales han sido adquiridos por Ben Dronkers en sus viajes por el mundo, y otros tantos donados por visitantes al museo–, sino que también cuenta con una galería con obras de arte (pinturas, esculturas, orfebrería), sala de proyección de películas y videos, salones para talleres y conferencias, restaurante y tienda.

Incluso, el Hash Marihuana & Hemp Museum cuenta con una zona muy amplia cuyo popósito es informar a los visitantes en torno al cáñamo industrial y todos los beneficios que puede generar esta resistente fibra que se obtiene de los tallos de la planta cannabis, principalmente en el terreno textil. Por ejemplo, se muestra que las cuerdas y las velas de los barcos que utilizó Cristobal Colón en su travesía a América fueron confeccionadas con cáñamo, lo mismo que las actuales banderas monumentales de Estados Unidos que ondean en diferentes bases militares o se extienden en los campos de futbol americano, previo a cada partido de la NFL.

Y si en algún momento un ministro de Justicia intentó acabar con el museo, hoy en día el ministro de Cultura holandés organiza ahí eventos y recepciones, donde enfatiza la trascendencia del museo del hachís, la mariguana y el cáñamo en la educación, la vida social y cultural de Ámsterdam, al ser visitado desde su apertura por más de dos millones de personas.

Por cierto, hace apenas un par de días se presenta ahí –y hasta el próximo 25 de febrero–, la exposición temporal 
Cannabis Cuisine, donde lo mismo se muestra la receta secreta del famoso “special cake” de los coffee shops de Ámsterdam, hasta la historia de Bama Yao, un pueblo en China donde el promedio de vida de sus habitantes rebasa los 100 años gracias a que la base de su alimentación son las semillas de cáñamo, ricas en omega 3, omega 6, hierro, vitamina E y todos los aminoácidos esenciales.

El Hash Marihuana & Hemp Museum ya cuenta también con un segundo museo en la ciudad de Barcelona, el cual fue inaugurado en mayo de 2012 con la presencia del empresario y aventurero multimillonario Richard Branson y el antropólogo cultural Josep Maria Fericgla.

*Periodista especializado en cultura.

@rogersegoviano

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