The Lobster
Dir: Yorgos Lanthimos.
Es una crítica brutal al infierno de las relaciones humanas, a la idea de que no podemos estar solos, que necesitamos forzosamente hacer pareja, a como dé lugar. La sátira es poderosa, se reconocen las obsesiones actuales de una sociedad Tinderizada donde el miedo a la soledad fabrica relaciones sobre andamiajes falsos; el autoengaño que sustituye al amor.
Anomalisa
Dir: Charlie Kaufman.
Es complicado no salir devastado de una cinta como Anomalisa. Nunca antes se había visto una película de animación como esta, tan pasivamente perturbadora, tan decididamente cruel, tan atinadamente dolorosa, tan desesperanzadora, pero a la vez dulce y conmovedora. Un golpe que rondará de manera constante nuestra cabeza, nuestra conversación y nuestra vida.
Arrival
Dir: Denis Villeneuve.
La gran sorpresa de 2016. Villeneuve entrega una cinta sobre invasión extraterrestre desprovista del oropel, pero con la elegancia y el formalismo del mal llamado “cine de arte”, sin restar contundencia, emoción y asombro. Estrenada justo en la semana de la elección presidencial norteamericana, la película proyecta, sin buscarlo, el sentimiento general del planeta: la pesadumbre de saber que el miedo a la otredad ha ganado.
American Honey
Dir: Andrea Arnold.
Por momentos Bonnie & Clyde, por momentos musical, por momentos documental. American Honey es la gran exploración a la América profunda –aquella que supuestamente votó por Trump–, pero desde la óptica de la adolescencia sin oportunidades y en clave de road movie. Una de las cintas más entrañables del año.
The Witch
Dir. Robert Eggers.
Esta cinta es el regreso al horror primigenio –de relatos que se contaban alrededor de una fogata–, es el terror provocado por la ausencia absoluta de la ciencia y el peso brutal de la fe. The Witch es también una invitación, la seducción absoluta, la tentación máxima descrita en una sola frase: Wouldst thou like to live deliciously?
Son of Saul
Dir: László Nemes. Con base en la repetición, el cine sobre el Holocausto se ha convertido en casi un género. Nemes parece decir basta: hablar sobre estos temas no debería ser un paseo fiable que se viva detrás de la red de seguridad que supone una cámara distante. Nemes encuentra la forma de retratar el infierno y hacernos partícipes. Una pesadilla sobre el horror de la humanidad.
Kubo
Dir: Travis Knight.
Con Kubo, los estudios Laika (responsables entre otras de Coraline y Paranorman) se imponen como el nuevo PIXAR, uno mucho menos complaciente, más oscuro, pero no por ello menos hermoso. Realizada con animación cuadro por cuadro, Kubo es un relato sobre pérdida y redención hecho con fuerza y belleza apabullantes. Viva Laika, viva el nuevo PIXAR.
Carol
Dir: Todd Haynes.
Una película que se construye a partir de una desesperación silenciosa, de una tensa calma, de una elegancia y estilo a prueba de cualquier drama. La película se sostiene y funciona gracias al dulce rapport entre Cate Blanchet y Rooney Mara en un romance donde el mayor pecado es justo el amor.
Hail Caesar!
Dir: Ethan & Joel Coen.
Un saqueo/homenaje a los clásicos de los años cuarenta y cincuenta (desde los musicales de Gene Kelly hasta las épicas de romanos, sin olvidar el western y más) que resulta en un juego irresistible de referencias al cine clásico. Todo un homenaje a Hollywood no como un negocio vil, sino como una de las mayores empresas dedicadas a crear obras de arte.
Creed
Dir: Ryan Coogler.
Coogler hace con la saga Rocky lo que J. J. Abrams no pudo hacer con Star Wars. Tanto Creed como Force Awakens son el séptimo episodio de una franquicia convaleciente, pero Coogler, a diferencia de Abrams, entiende que esto no se trata de revivir lentamente el pasado, la apuesta es por los personajes, la emotividad y la elegancia. Un knockout contundente.