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Nuevas sociedades

16 de Diciembre 2018
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No sólo Venezuela y Honduras, toda Latinoamérica vive una efervescencia migratoria que inevitablemente reconfigurará las sociedades en América; esta situación se origina en contextos de crisis en cada país.

Hay casos de poblaciones y países que habitualmente no eran migrantes, y ahora están aprendiendo a serlo; es el caso de Venezuela. Otros experimentan su papel de receptores, como Bolivia, Paraguay y el propio México, indicaron académicos de 12 países de la región, que forman parte del Seminario Universitario de Estudios sobre Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación (Sudimer) de la UNAM, y de la Red Temática Migrāre “Migraciones y Movilidades”.

“Estamos ante una realidad inédita, que se ha complicado por la normatividad; además, seremos testigos de una reconfiguración de nuestras sociedades. En estas circunstancias, se podría aprovechar el potencial laboral de los extranjeros, que puede ser positivo para los territorios receptores”, subrayó Alexandra Castro Franco, de la Universidad Externado de Colombia.

Relató que los venezolanos también salen de su país en grandes caminatas de 30 días hacia otras naciones como Brasil.

En su oportunidad, Anitza Freitez, directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela, indicó que por lo menos 600 000 hogares en su país han reportado la migración de uno o más de sus integrantes.

Fernando Lozano, académico del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM en Morelos, mencionó que en el año 2000 habitaban en México alrededor de 3 000 venezolanos, y para el año 2017 ya se tenían registrados 32 600.

“Los migrantes poseen un alto nivel de escolaridad, que nutre las capas medias sociales, y ya se han incorporado al mercado laboral en México”.

Con Información de la DGCS de la UNAM.

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