Todos han escuchado aquello de que los gatos tenemos siete vidas, hasta ahora no sabemos si es cierto o no, pero la verdad es que esto surgió porque alguien notó que somos capaces de salir sin un rasguño de situaciones en las que otros animales habrían perdido la vida.
Pero si existe un político del que podemos decir que tiene siete vidas, sin lugar a dudas es el priista Humberto Moreira, que por más que le saquen sus trapos sucios hasta ahora no hay nadie capaz de hacerle un rasguño.
A él se le puede acusar de corrupto, de lavado de dinero y hasta de bailar mal, pero por más que le digan y señalen, nadie logra matarlo políticamente.
¿Amigos poderosos?, ¿impunidad?, ¿suerte de gato? Lo cierto es que hasta ahora no sabemos qué mantiene a Moreira vivo en la política porque no solo parece que tiene siete vidas sino que también sabe caer parado.
Todos recordarán que cuando dejó la gubernatura de Coahuila, en 2011, pesaban sobre sus hombros acusaciones de haber disparado la deuda del estado en más de 400 por ciento. En medio de la protesta social Moreira cayó parado y en lugar de rendir cuentas fue a dirigir el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Tuvo que abandonar el cargo como líder nacional del PRI poco después de las elecciones de 2012. Los militantes temían que el escándalo del “moreirazo” manchara la presidencia de Enrique Peña Nieto, así que dijo adiós y se fue a España a estudiar una maestría.
La crítica lo siguió hasta allá. Primero fue la foto de sus abdominales, esa por la que recurrió al derecho al olvido, y después la revelación de que el “profe” vivía en el exclusivo barrio de Valldoreix, en Sant Cugat –uno de los municipios más ricos de Cataluña–, donde los ingresos de los residentes están 78 por ciento arriba de los de la población en general y las rentas en 2013 rondaban algo así de los 55 000 pesos al mes. Salió al paso con el argumento de que él pagaba sus gastos con su sueldo de maestro y con los ahorros de 20 años como político.
El 15 de enero de 2016 pasó lo que el profe nunca pensó: fue detenido en España bajo el cargo de lavado de dinero. A pesar de que se le dictó prisión y no se le dio derecho a fianza, días después fue liberado bajo el argumento de que no existían pruebas de que hubiera cometido el ilícito en territorio ibérico. Otra vez demostró que tenía más de una vida.
Pero 2016 todavía le tenía un regalo de parte de la Procuraduría General de Justicia de Coahuila: lo exoneró de las denuncias que la Auditoría Superior de la Federación, el Congreso del Estado y la Secretaría de Fiscalización habían puesto en su contra por el tema de la megadeuda.
Por si todavía tienen dudas de que el “profe” tiene siete vidas, ahí va una más: ahora quiere lanzarse para diputado y hay un partido que está dispuesto a darle una candidatura.
Y mejor ahí le paramos porque si seguimos el recuento llegaremos a la conclusión de que este político tiene más vidas que un gato.
DharmaTip:
Nunca compartas el poder. Lo importante es conservarlo mientras los demás piensan que también tienen un pedacito.
@dharmaqueen1
