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Día de Muertos: imagen del país

28 de Octubre 2018
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POR AURÉLIEN GUILABERT

La imagen de México ante el mundo está viciada por la presencia de un contexto violento que alimenta estereotipos negativos e impide difundir valores positivos; estos últimos pilares del modelo cultural mexicano. Frente a ello, paradójicamente, el festejo del Día de Muertos se está integrando cada vez más al imaginario colectivo de la esfera extranjera. Así es México: famoso por sus violencias, y también por su forma de relacionarse con la muerte y de conmemorar sus raíces.

Si bien ya era conocida, la fiesta del Día de Muertos se popularizó a nivel mundial gracias a las escenas proyectadas en la última aventura de James Bond. Calaveras, cempasúchil y demás componentes de un ambiente fiestero y de felicidad frente a la muerte fueron divulgadas mediante la globalización del cine.

Más recientemente, la película animada Coco, posicionada y premiada a nivel mundial, precisó las realidades de la tradición cosmogónica exaltando valores de la sociedad mexicana. Dicha película pone a México ante los ojos del mundo como una sociedad feliz y cálida, en la cual el respeto a los ancestros es muy importante, frente a una sociedad cada vez más desvinculada de sus raíces.

Recordar sus raíces y de dónde viene uno es la base para crear una sociedad con identidad, a su vez es esencial si se desea una comunidad cohesionada y solidaria. La construcción y estructura familiar en el centro de la integración social difundida en dicha caricatura pone un alto a un planeta influenciado por el individualismo, especialmente para las nuevas generaciones.

Gracias a los mecanismos de globalización, la tradición popular hoy se volvió una atracción cultural, turística y económica altamente benéfica para el país. Dichos acontecimientos también repercutieron en la misma tradición insertando nuevas formas de celebración, como el Desfile de Día de Muertos de la Ciudad de México, o en el fortalecimiento de la permanencia de la celebración. “Ahora sí voy a poner ofrendas para mis muertos”, escuché en varias ocasiones por parte de las personas cuando salían de la sala de cine en México.

Aunque el valor cultural, gastronómico y festivo del Día de Muertos esté al centro, es importante resaltar que se trata también de una visión de desarrollo que trasciende las desigualdades socioeconómicas, y de vida, pues tiene la capacidad de generar un balance frente a la pérdida de lo comunitario por la prioridad del individuo en sociedades contemporáneas.

Por otro lado, la nueva administración de la Secretaría de Relaciones Exteriores tendrá la responsabilidad y la oportunidad de diseñar e implementar una estrategia de soft power o de imagen del país con base en conceptos y valores que van más allá del guacamole y del tequila; una visión asentada en lo comunitario, la felicidad y la calidez del colectivo frente a la tendencia global de la primicia del individuo o la dictadura del individualismo de nuestras sociedades contemporáneas; podría ser un eje interesante a desarrollar en materia de política exterior.

 

*Fundador de Espacio Progresista, A. C. Asesor en estrategias de políticas públicas, incidencia social  y cooperación internacional.

@aurel_gt

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