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Paz interior de Occidente

12 de Enero 2019
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No podemos tener paz mundial si no tenemos paz interior. No, no leí esta frase en ningún perfil de Instagram de algún pseudobudista que se promociona como tal al mismo tiempo que busca tener la foto perfecta con el fin de subirla a sus redes sociales. Esta frase me la saqué de la manga para revelar algunos detalles íntimos de un “filósofo” que promueve la paz interior y su vida es más liosa que la  escena en la fábrica de la película Tiempos modernos de Chaplin.

Ahí tenemos a Simón, todo un promotor del desapego, la paz mental y la meditación. Ha construido una imagen de sabio budista en Instagram y Facebook. Simón es la prueba viviente de que la ignorancia es la madre de todos los vicios, crímenes, errores y malos hábitos del ser humano.

Sin más preámbulo lo último que supe de él es que después de 4 años de matrimonio engañó a su esposa con una amiga, dando como resultado un embarazo no planeado. Esto fue un septiembre de algún año pasado.

En enero ya le había pedido el divorcio a su esposa alegando falta de interés de parte de ella, mientras transcurrían los días para anunciar la llegada de su “bendición” que en febrero fue noticia de dominio público, para después contarle al mundo que él no era el padre aunque iba a encargarse de la “criatura” no’más así, por buena onda.

El caso es que en marzo ya tenía nuevo romance. No su exesposa, no la madre del hijo que resultó no ser su hijo. Se trataba de otra chica a la que tenía años de conocer. Ella expuso la fecha del inicio de su relación en Facebook con Simón. Febrero. Su exesposa, a quien también conocí de cerca, quedó con cara de meme ¿Qué clase de brujería es esta?

Después de toda esa retorcida situación, Simón buscó constantemente a su esposa con el propósito de decirle que no era feliz, que la estaba pasando muy mal. Las redes sociales de nuestro protagonista de hoy están inundadas de imágenes de felicidad, amor y paz.

La paz es fin de guerra, un estado idóneo de no violencia que evita ansiedades o patologías que nos hacen actuar en perjuicio de los demás y de nosotros mismos.

Respecto a la frase que inicia este texto, ¿cómo esperamos tener paz si no podemos controlar nuestros impulsos y temperamento? ¿Cómo tener paz si violentamos a los demás emocionalmente? Un caos que avanza de lo particular a lo general, eso es violencia.

Entre las incoherencias humanas más destacadas está como ejemplo desear generar un cambio en los demás cuando no somos capaces de cambiar nosotros mismos. Bien lo dice un viejo refrán “dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Es probable que quienes insisten en vanagloriarse por medio de likes vendiendo ideas pacifistas que consisten en hacer constante meditación plasmada en fotografías sean los más ignorantes respecto al tema.

No generalizo, simplemente conozco a claros ejemplos cercanos que han dejado mucho que desear sobre esta corriente “new age” que pone en el mismo plano el posteo de frases sobre desapego y compras de temporada.

Alguna vez, instalada en esta forma de vida, intenté tener un encuentro conmigo conducida por una “terapeuta” que para empezar cobra cerca de 1500 por hora. En mi necesidad de encontrarle un sentido a mi vida llegué a ella. Como una Valkiria, me tomó la mano y me enseñó el camino a su cuenta bancaria en la que le depositaría lo de mis siguientes consultas. Ella era la elegida por el viento que recibía mensajes que me conducirían al Valhalla (entra música de arpa).

Definitivamente ha nacido un nuevo nicho, grupo social o tribu urbana; un híbrido entre Dalai Lama, Bob Marley y Kylie Jenner. Con ustedes… ¡los budistas de occidente!

Hablan del universo como si se tratara de Santa Claus, comen taquitos al pastor de vez en cuando, sus únicos apegos son las marcas de lujo porque la gente es de la que aprenden a desprenderse con facilidad, y utilizan las redes sociales todo el tiempo para estar conectados con el público mostrando lo que saint universe les regala por dedicar dos horas al día a meditar con musiquita de YouTube repitiendo mantras sin tener idea de lo que significan.

¿La nueva tendencia para llegar a la introspección? Fumar sapos o consumir plantitas con magia. ¡Vamos! Black Panther lo hizo ¿yo por qué no?. Todo sea por la paz… interior.  

 

Valeria Galván es buscadora de historias urbanas de sus contemporáneos millennials. Ponte atento, tu historia puede ser la próxima.

@valeria_galvanl

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