Algunos dirán que es un sinvergüenza, otros polémico, algunos no dirán nada, pero lo cierto es que el ex gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, dio una lección de comportamiento felino única.
En medio de denuncias en su contra por cuentas poco claras, una orden de captura en 190 países, la publicación de fotografías en las que aparece tomando café en Estados Unidos y versiones sobre su presunta captura, hizo lo impensable: enviar a sus abogados a poner una queja ante Derechos Humanos por el linchamiento político del que es víctima.
No sé si para bien o para mal, pero el otrora distinguido priista hizo todo lo que un gato hubiera hecho en su situación: pensar que todos a su alrededor son gatos, que actúan igual que tú y que lo importante es lo que piensas tú sólo tú y nadie mas que tú.
Tan sencillo como el que nada debe nada teme ¿no?, y si realmente es víctima de un linchamiento político sin razón, pues que regrese a México a dar la cara en vez de mandar recaditos y jugar a las escondidas.
Aunque, en honor a la verdad, aventar la piedra y esconder la mano también es un actitud muy felina.
Una cosa es clara: César Duarte no trae a las autoridades como el gato y el ratón, porque da la impresión de que los ratones no quieren atrapar a ese gato que ni si quiera tiene que esconderse para que no lo detengan.
Duarte podrá creer que es muy astuto y se porta igual o peor que si estuviera en el poder. Pero su excesiva confianza no lo deja ver que son tiempos electorales y que ante la casi inminente pérdida de la Presidencia, su partido está urgido de una victoria en el Estado de México.
Perder esta entidad, una de las que tiene el mayor número de electores en el país, no está en los planes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para el cual perder los comicios en el Edomex sería un tiro de gracia que afectaría directamente a la cúpula del poder tricolor: el grupo Atlacomulco.
Las encuestas más recientes ponen a la candidata del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Delfina Gómez, en el primer lugar de las preferencias, algo completamente inesperado para el PRI y a lo que personajes como Duarte y el otro Duarte de Veracruz han contribuido. Ni siquiera en su gran bastión, que les dio al actual presidente, quieren votar por ellos.
Ubicándonos en 2018, para el tricolor sería una tragedia quedarse sin la Presidencia y sin el Estado de México, por eso, enfocará todas sus baterías a rescatar lo que sea más fácil, que puede ser el Estado de México.
Y en aras de lograrlo será capaz de hacer lo que sea para tener contentos a los electores, quienes hartos de la corrupción y ver caer a chivos expiatorios, no verían mal que una cabeza grande enfrentara a las autoridades y justo en el camino está César Duarte.
Si yo fuera él, no me andaría paseando por los tejados y en lugar de hacerme el digno, mejor me volvía invisible porque en este mundo felino se tiene todo, menos amigos.
DharmaTip:
No por ser gato siempre vas a ser bello. Recuerda que no eres monedita de oro.
@dharmaqueen1
