El 01 de julio, el candidato a la presidencia por la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ganó las elecciones presidenciales, convirtiéndose en el aspirante con más votos en la historia del país.
Pese a que ganó las elecciones con casi el 54 % de los sufragios, existen ciertas inquietudes tanto en los mexicanos como en los extranjeros sobre los cambios económicos que se podrían dar durante su administración.
Tras su primer discurso –después de las elecciones– la situación mejoró significativamente, ya que estableció que respetaría la autonomía del Banco de México y mantendría la disciplina financiera y fiscal en el gasto público y la recaudación fiscal, lo que contribuyó a que ni la Bolsa de Valores ni los mercados reaccionaran negativamente.
El candidato electo tiene por lo menos tres grandes retos en el escenario internacional que podrían no favorecer sus promesas de campaña: uno es la guerra comercial y la posible crisis financiera que acecha los mercados internacionales. El dólar se ha debilitado ante la guerra de tarifas con China, es decir, el peso ha ganado terreno mas no por México –recordemos que la moneda siempre tiene dos caras en juego–; el segundo consiste en concluir la renegociación del TLCAN o buscar fortalecer y diversificar con la Unión Europea y China. Por último, muchos analistas apuntamos a una burbuja de deuda en el planeta a niveles nunca antes vistos. Todos los indicadores señalan un escenario complicado.
Antes de preocuparnos en si México es Venezuela, deberíamos pensar en los factores externos que nos pueden afectar como nación, y al mundo entero. Claro que conformamos un país que no debe poner a girar todas sus decisiones en torno a un caudillo. Hablamos de un México productivo, comercial, turístico, que no depende sólo de la política, aunque es un factor muy importante. Además de que una vez ganada la elección, necesitan poner en marcha un plan más central, como se ha demostrado en su gabinete.
México enfrenta grandes retos en el escenario internacional y no tiene las reservas de petróleo suficientes como para repetir la historia de Venezuela. Nosotros primero necesitamos generar riqueza, además de estar gobernados por un militar para podernos asimilar al país vecino del sur. Por su parte, los empresarios están conscientes de que México, con algunas de las empresas más grandes del mundo, es un escenario muy distinto en términos económicos y de instituciones autónomas.
El gran error que podemos cometer como mexicanos es no mirar el panorama internacional, entrar en una recesión y creer que es culpa de México. Vivimos en un entorno altamente globalizado y México depende de las relaciones comerciales con el extranjero, así como el mundo depende de México. No somos un país exportador de petróleo, ni estaremos a nivel de Venezuela –recordemos que fuimos el primer país en cambiar nuestra bolsa de valores por un sistema digital.
Los Mexicanos tenemos muchas bondades, pero dudar de nosotros es la que nos caracteriza como sociedad; pensemos en lo que podemos hacer y cambiar.
*Asesor financiero especializado en fintech y coaching financiero.
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